Mejor que una vacuna

14 de Noviembre de 2024

Gabriela Sotomayor

Mejor que una vacuna

Hasta no encontrar la vacuna contra el Covid-19, “el alimento es la mejor vacuna contra el caos”, afirmó la presidenta del Comité Noruego del Premio Nobel, Berit Reiss-Andersen al otorgar el Premio Nobel de la Paz al Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

Curiosamente al mismo tiempo que anunciaban el Nobel en Oslo, en Ginebra tenía lugar la rueda de prensa regular en la que los organismos de la ONU actualizan sobre sus actividades. El portavoz del PMA Tomson Phiri hablaba sobre Líbano cuando de pronto se enteró de la noticia.

Ver la cara de Phiri y su sonrisa de cuerpo entero al enterarse de que el PMA se llevó el Nobel de la Paz, fue muy gratificante. Todos lo celebramos.

Semana a semana en el “briefing” escuchamos cómo el PMA se la rifa para llevar alimento a lugares recónditos en África, tan peligrosos como Siria, Yemen o impenetrables como Corea del Norte.

Este año, con el cierre de fronteras y líneas aéreas paradas por la pandemia, además de comida e insumos básicos, con su logística impresionante también distribuyeron a varios países gel, mascarillas, trajes de protección, oxígeno y ventiladores.

“La necesidad de solidaridad internacional y cooperación multilateral es más evidente que nunca”, afirmó la presidenta del Comité Noruego, quien recalcó la urgencia de que el PMA siga contando con apoyo económico para su labor.

Contrario a lo que pasa en la OMS con la decisión de Donald Trump de abandonarla y cortar sus aportes, Estados Unidos es el país que más contribuye al PMA, este año con 2 mil 730 millones de dólares, es decir que lo fondea con el 43% de su presupuesto anual. Seguido por Alemania que contribuyó con 964 millones y en cambio llamó la atención China con 4 millones.

Quizá Beijing se sacuda el codo para 2021 y ojalá que Trump, afectado por los esteroides, no ponga la mira en el PMA y le retire el apoyo. Es muy capaz.

Este año con un presupuesto de 6 mil 350 millones de dólares el PMA llevará alimento a unos 100 millones de personas en 88 países y sostiene que en el mundo una de cada nueve personas no tiene recursos suficientes para comer. Con el Covid el escenario se complica y según el PMA hacia finales de este trágico 2020 alrededor de 263 millones de seres humanos necesitarán ayuda para comer.

El director ejecutivo del PMA

David Beasley quien

se encontraba en Níger al enterarse del Nobel dijo que era “un recordatorio de que la seguridad alimentaria, la paz y la estabilidad van de la mano. Mientras haya hambre nunca tendremos paz en el mundo”.

Recordó que el hambre ha causado la muerte de 6.7 millones de personas en todo el mundo este año, mientras la epidemia de coronavirus ha cortado la vida de un millón.

“Si no actuamos ahora, vamos a tener hambrunas de proporciones bíblicas”, advirtió al denunciar la crisis económica que ha desatado la pandemia.

Según Beasley, en América Latina la situación será devastadora: “Sólo en las zonas donde el PMA trabaja hemos visto un incremento sustancial de más de 11 millones de personas que se sitúan en el abismo de la hambruna”. Hambre más Covid-19 “son una combinación mortal”, advirtió.

En Venezuela un total de 9.3 millones de personas, aproximadamente un tercio de la población, sufren lo que técnicamente se denomina como “inseguridad alimentaria” moderada o grave, asegura el PMA. Si bien Nicolás Maduro no utiliza el hambre como arma de guerra porque no hay conflicto armado, sí utiliza el alimento como herramienta política. Los aliados comen, los opositores no.

Además, el PMA tendrá que aumentar la ayuda a los migrantes venezolanos en Colombia, Ecuador y Perú con inseguridad alimentaria severa pues subirá de 1.4 millones de personas a 1.9 este año. El éxodo venezolano asciende a 5 millones de personas.

En México “a pesar de la pandemia y de la crisis no hay hambre en nuestro país”, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su colorido mensaje en la Asamblea General de la ONU, lo cual es falso ya que según estudios ha habido un incremento de mexicanos que no pueden cubrir su alimentación.

Un informe de la UNAM (11-07-20) reveló que la pandemia provocó que entre 13 y 16 millones de personas cayeran en situación de pobreza extrema por bajos ingresos, sumadas a los 22 millones que ya tenían esa dificultad y no podían cubrir una canasta básica. Es decir que hasta 38 millones de mexicanos no contarán con recursos para llevar el pan a su mesa.

Además de la pandemia, una buena parte de la humanidad se verá hundida en la pobreza, en el hambre y no alcanzará un organismo de la ONU para enfrentar este caos. Cada gobierno deberá enfrentar su propia crisis y el inquilino de Palacio Nacional parece no haberse percatado de que México será uno de los países más castigados. La pobreza aprieta, el hambre apremia.