El presidente Andrés Manuel López Obrador confesó en su mañanera que estuvo al tanto de la fuerza con la que venía el huracán Otis, pero dudó en comunicarlo: “pensé en decirlo más fuerte, o sea, viene cañón, algo así, pero dije: No, con esto basta’’. Pues ya vimos que no bastó y que se quedó muy corto con su “un atento aviso” que posteó en su cuenta X a las 20H25, cuando ya sabía desde las 18H00 que el huracán se dirigía con toda su furia al puerto de Acapulco.
“Recibí un reporte de las seis (pm), luego otro reporte con esos aviones caza-huracanes hablando de que se iba a intensificar y puse un mensaje como a las ocho de la noche”, reconoció AMLO. Si hubiera un juicio, esta sería una prueba irrefutable de su negligencia.
Está cañón que la titular de Protección Civil
Laura Velázquez Alzúa,
la gobernadora Evelyn Salgado y la ilustre presidenta municipal, Abelina López Rodríguez, no enviaron mensajes urgentes por radio, ni sonaron las alarmas. Recordemos que doña Abelina se apareció dos días después con su dicho célebre de la “cohesión social” para justificar la rapiña.
Está cañón que nadie le advirtiera a la población para que llevaran a los refugios agua, alimentos enlatados, sus documentos en bolsas de plástico, linternas, radio de pilas, leche y pañales para sus bebés, en fin, una serie de medidas simples que hubieran podido llevar a cabo antes de la tragedia. La gobernadora lo recomendó cuando ya había pasado el huracán. Demasiado tarde. Está cañón que Sheinbaum no anunció el desastre, pero sí posteó un tuit el 24/10 a las 20h30 anunciando su gira por Chihuahua, Durango, Nuevo León y Veracruz.
Seguramente sabía de la gravedad de Otis y se quedó callada. Luego posteó el tuit de AMLO, pero lo más cañón es que Sheinbaum lo tuiteó a las 04H25 del 25/10, cuando Acapulco se hundía en la oscuridad y en la zozobra. Está cañón que no se implementó a cabalidad el plan DN-III-E, que no estuviera en Acapulco un contingente de militares con agua y víveres predispuestos.
Está cañón que los militares llegaron tarde y llegaron pocos porque la prioridad del presidente es tenerlos construyendo el Tren Maya y el aeropuerto de Tulum cuando esa no es su función. Hay prioridades.
Está cañón que cuando la mayoría de la población sigue sin agua, sin servicios básicos, sin escuelas y con un sistema de salud colapsado, la benemérita titular de Protección Civil decretó en el Diario Oficial el fin de la emergencia. Lo hizo para darle gusto a su guía que sentado en su silla palaciega exige obediencia ciega y cero escrúpulos.
Está muy, pero muy cañón que en el DOF no se menciona el huracán categoría 5 del 25/10/23 y se estableció el término de Situación de Emergencia “en el estado de Guerrero, por la ocurrencia de lluvia severa y vientos fuertes el día 24/10/23 en Acapulco y Coyuca’’.
¡De un plumazo la 4T desapareció a Otis! Está cañón que AMLO presume de haber ido varias veces a Acapulco y no se haya reunido con los más afectados por este magno desastre.
Además, ni la gobernadora ni la presidenta municipal se fueron a pelear con los diputados por la falta de una partida presupuestal para la reconstrucción del puerto. ¿Así quieren gobernar? Está cañón que AMLO rechazara la ayuda de la ONU y la Unión Europea.
Está cañón que Sheinbaum afirmara que “nunca vamos a traicionar los principios y causas de nuestro movimiento que son anhelo del pueblo de México’’. Pues con su ausencia e indiferencia por la catástrofe de Otis, ya lo traicionó. Está cañón que AMLO
también dijera en esa mañanera de las confesiones
que en Acapulco siempre ha ganado elecciones, “cada vez que fui candidato, siempre he ganado en Acapulco.
Hay mucha identificación, conozco mucho a la gente de Acapulco, me conocen antes de esto”.
Pues lo conocían poco. “Acuérdate de Acapulco”, le cantaría Agustín Lara a AMLO; sin embargo, Palacio Nacional está hundiendo al divino puerto en una crisis humanitaria sin ninguna misericordia, porque quizá está tratando de jalar hasta el último peso para las campañas del 2024. Está cañón que tanto el Presidente, Sheinbaum y la 4T se hayan olvidado de Acapulco y de todo lo que le ha dado a Morena. Pero los guerrerenses nunca olvidarán Otis, tienen buena memoria.