El presidente de México Andrés Manuel López Obrador no solamente es El Rey del Cash como lo llama la periodista Elena Chávez en su libro, sino que además es el rey del montaje, tal como ella lo revela.
Por largos años estuvo engañando al pueblo con eso de que profesa la pobreza franciscana, que solamente tiene 200 pesos en la bolsa y una vida sencilla, pero en las maletas que le llegaban a su búnker en la calle de San Luis Potosí había millones y millones de “aportaciones” de dinero del “pueblo bueno” del que vivió toda su familia. Qué descaro.
Ciertamente no es ninguna sorpresa enterarnos de lo del cash, pero leerlo de la pluma de alguien que lo atestiguó, pues ya le da otra dimensión al asunto.
Al parecer, este libro acompañado de los Guacamaya Leaks y los escándalos que vendrán, no le hacen ni le harán mella al Presidente, ni le afectan y le tiene sin cuidado, en eso tiene una actitud como la de su amigou Donald Trump al que también todo se le resbalaba. Pero hubo un hasta aquí y ahora Trump enfrenta varias investigaciones y en una de esas lo veremos en la corte y quizá, en la cárcel.
Detrás de su máscara de santo, por lo que nos cuenta Chávez, AMLO se manejó por años con dinero en efectivo que no deja huella, pero deja mucho ruido.
Utilizó el entramado financiero que usan los narcos, pero además con un acento perverso porque no le inmutaba quitarle el “diezmo” a los que menos tienen y ponía a trabajar en su favor a todos los que lo rodeaban. Además de corrupto, es explotador.
Y se coronó con el montaje de Reforma: “Con la novedad de que los cientos de acampantes, desde la plancha del Zócalo hasta Paseo de la Reforma (…) no eran todos voluntarios de corazón, sino vendedores ambulantes, trabajadores de limpia, sindicalizados del gobierno que fueron llevados por altos funcionarios del gobierno del Distrito Federal.
Eran los mismos que entregaban dinero mensualmente a Alejandro Esquer los que también tenían la responsabilidad de sostener el plantón, y que años después se encargarían de viajar por todo el país para crear las bases de Morena’’
A todos ellos que no eran acarreados, sino que recibieron “apoyo monetario”, “los funcionarios del gobierno (de la Ciudad), delegados, diputados y dirigentes del PRD se encargaron de tener siempre personas en las tiendas de campaña para evitar que saliera a la luz pública que todo era un montaje, de esos que tanto le desagradan a López Obrador cuando no son hechos por él y su gente”, escribe Chávez.
Después de leer esto, Loret, al que acusa vehementemente y descalifica cada vez que puede, se queda chico junto al mega circo montado por AMLO y su equipo durante meses en pleno Reforma. Se inventó a sus seguidores hasta que los compró. El león cree que todos son de su condición.
“El poder ha sido el gran amor y obsesión del Presidente y el odio y el resentimiento han sido el alimento que lo sostiene”, describe Chávez quien estuvo casada 18 años con César Yáñez, Subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación y quien por varias décadas fue vocero, acompañante y el colaborador más cercano de López Obrador.
Quizá con las revelaciones de este libro no culparán a López Obrador por un delito, ni irá a parar a un juicio en una corte por lo difícil que será encontrar pruebas y seguir el trayecto del cash, pero sin duda en la historia y ante los mexicanos será acusado por este delito moral, por su mentira, por su doble discurso. Con un plumazo la autoridad moral de la que presume AMLO ya cayó a menos cero. Qué trancazo.
López Obrador se hunde en su derrota moral, en sus propias mentiras, en sus montajes, mientras deja que el país sea arrasado por un tsunami de problemas económicos, de salud, educación, de pobreza, de impunidad, del crimen organizado y del poderío militar.
Y, por cierto, ¿quedará algo de todas esas montañas de cash? ¿Seguirán usando el flamante sistema con moches de dinero en efectivo para las próximas campañas? Piensa mal y acertarás.