Deltónicos

14 de Noviembre de 2024

Gabriela Sotomayor

Deltónicos

Gabriela_sotomayor_Redes

La variante Delta se propaga a ritmo acelerado por el mundo y su capacidad de contagio es extremadamente preocupante. Cualquier persona contagiada que estornude estará esparciendo el virus como si disparara con un arma de fuego. Sin embargo, parece que ni el presidente Andrés Manuel López Obrador, ni el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell lo pueden ver. Son deltónicos.

López Obrador desestima acciones más enérgicas y ya abandonó a los mexicanos a su suerte porque “es un pueblo adulto’’ y “todos sabemos cuidarnos’’. Es decir que si una persona se contagia es por su propia responsabilidad y no por un mal manejo de las autoridades.

Nadie está pidiendo medidas autoritarias, ni toques de queda, ni multas millonarias como en Suiza de 10 mil francos si no se respeta la cuarentena, ni encierros totales, pero se exige que así como cada individuo debe cuidarse, el gobierno debe hacer lo suyo y cumplir con garantizar el derecho a la salud.

¿Está haciendo la 4T todo lo que debe hacer para evitar escenarios como en India o Brasil ? Parece que no.

Hace unos días la OMS contabilizó 200 millones de casos de Covid en la mitad del tiempo que llevó llegar a los 100 millones de personas infectadas. Las variantes, en especial la Delta, han jugado un papel preponderante en este vertiginoso aumento que está pegando más duro a los jóvenes entre 18 y 39 años porque son los que no están vacunados y los que menos se cuidan.

Pregunté a la OMS qué puede hacer México para evitar tragedias como en India o Brasil, con explosión de muertes y casos, saturación de hospitales, salas de terapia intensiva rebasadas, falta de oxígeno, personal de salud agotado, familias rotas.

La epidemióloga de la OMS María Van Kerkhove y líder técnica para el manejo de la pandemia, respondió que las autoridades de Salud deben acelerar el ritmo de la vacunación en todo el país: “Aumentar la cobertura de vacunación y el ciclo completo de vacunación ciertamente ayudará a reducir las enfermedades graves o la muerte y probablemente tendrá un impacto en la transmisión a medida que más población se vacune’’.

Es urgente que López-Gatell además de parlotear en las conferencias de prensa, busque la forma de agilizar la vacunación. Sumar a los hospitales privados, a las farmacias, en fin, hacer una verdadera campaña nacional tal como se hacía con la vacunación infantil hasta que llegó este personaje de película de terror a tomar decisiones que han costado vidas, muchas vidas, de manera totalmente innecesaria.

La India, por ejemplo, confrontó a la OMS y recomendó en su protocolo nacional el uso de la ivermectina (28/04/2021) a pesar de que el organismo solamente acepta su uso “en ensayos clínicos” y a las pocas semanas los casos comenzaron a declinar dándole un respiro a su personal de salud. En la Ciudad de México se ha dado un kit con ivermectina a todas las personas que dan positivo en los quioscos dispuestos a lo largo de la ciudad.

Expertos como Pierre Kory, MD, epidemiólogo que lidera la Alianza de Cuidado Crítico de Primera Línea del COVID-19 en Estados Unidos sostienen que la ivermectina “es un puente mientras llega la vacuna”. Aclara que “no es la cura, pero evita enfermedad grave por Covid”. En este sentido López- Gatell no recomienda su uso a nivel nacional porque la OMS no ha dado su aval. Pero tampoco sigue las recomendaciones de la OMS para el control del virus.

Además de acelerar el ritmo de vacunación, la OMS urge “medidas robustas, constantes, dirigidas y hechas a la medida sobre todo en las zonas del país en las que más se necesiten”. Urge “aumento de muestreo, de pruebas y tomar acciones rápidas con respecto a los resultados de dichas pruebas”. El zar del coronavirus tampoco lo ha hecho. Es incomprensible.

México se hunde en un escenario incierto por la propagación de la variante Delta con la consigna del “sálvese quien pueda’’. De manera inexplicable AMLO sigue dando su apoyo incondicional a quien ha demostrado ineptitud, poco liderazgo y falta de astucia en el manejo de la pandemia. Cada quien es responsable de su salud y de sus actos, incluyendo al presidente. Los errores se pagan.

Síguenos en @EjeOpinion