El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó a la enfermedad causada por ómicron como un “covidcito”, “un catarrito” para las personas que ya están vacunadas con esquema completo, una palabra que además de cursi, no refleja el verdadero impacto que puede traer la propagación de la nueva variante en un país con más de 120 millones de habitantes en el que un gran número de la población, especialmente los niños, no han sido vacunados.
Si fuera por AMLO todo sería color rosita, pues con su “covidcito” y su pandemita, quisiera borrar que México es uno de los países más afectados por la Covid con el cuarto lugar de muertes en el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió desde principios de diciembre que no se minimizara el impacto de la nueva variante especialmente con sistemas de salud que han sido devastados por la pandemia y trabajadores sanitarios agotados y sometidos a una carga fuertísima de estrés por el peligro de contagio.
“Esto es lo que ha pasado con todas las olas de Covid, especialmente con la variante ómicron, hemos visto un aumento exponencial de casos, independientemente de la severidad de la variante que inevitablemente termina con aumentos en las hospitalizaciones, lo hemos visto no solamente en México, lo hemos visto en Europa y en Norteamérica”, me respondió Mike Ryan, jefe de emergencias de la OMS al preguntarle en rueda de prensa sobre el panorama en el país.
“Hemos advertido en la OMS que, por calificar a este virus de ser menos grave, se podría tener la impresión de que el impacto en los sistemas de salud sería menos severo y este no ha sido el caso, por eso el virus se ha dispersado sin control en la sociedad y por eso hemos recomendado que se debe continuar con mantener al virus bajo control al tiempo que protegemos los sistemas de salud contra esta ola”, afirmó.
En México el conteo diario de casos no es confiable porque el mismo Subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, quien desde un principio ha desestimado el “test test test”, ahora ya en plan descarado pidió no hacerse la prueba en caso de sospecha de contagio: “En lugar de correr al quiosco a hacerse una prueba lo que hay que hacer es quedarse en casa”.
Entonces, ¿cómo va a tener el gobierno la fotografía completa sobre el impacto real de ómicron en el país? ¿Están contando solamente a los que llegan al hospital?
Si reconocen 40 mil, ¿será el doble de contagiados, el triple? Recordemos que con ómicron una persona puede contagiar a 18 personas.
El Presidente, que afortunadamente está recuperado de su segundo contagio de Covid-19, debería ser más prudente en sus comentarios sobre la gravedad de la variante porque miles de niños y adolescentes entre cinco y 17 años no han sido vacunados y aumenta a ritmo vertiginoso el número de menores hospitalizados. Ryan remarcó que los niños vulnerables que presentan enfermedades subyacentes “deben ser incluidos en la campaña de vacunación”.
A pesar de que la Covid-19 es leve en los niños, el grupo de niños con comorbilidades pueden presentar enfermedad más grave, de ahí la importancia de la vacuna: “El camino para controlar el impacto de Covid a largo plazo y de salir de esta pandemia es aumentar el numero de personas vacunadas, particularmente aquellos que son vulnerables”.
En México se estima que alrededor de 30 mil niños padecen diabetes y hay una epidemia de obesidad infantil. Ojalá que con este escenario López-Gatell esta vez sí haga caso a la OMS e incluya a todos los niños, principalmente a los más vulnerables, en la campaña de vacunación contra Covid. ¿Qué están esperando para inocular a los niños mayores de cinco años? Es urgente.
México se hunde con ojos cerrados en la ola de ómicron mientras AMLO minimiza la enfermedad porque salió airoso del contagio.
Pero la atención médica con la que cuenta el presidente es diametralmente opuesta a la que tienen miles de familias despojadas del Seguro Popular y que todavía no se han vacunado o solamente han recibido una dosis.
Un “covidcito” es el que AMLO tiene en la cabeza desde que comenzó esta pandemia pues no quiere reconocer la magnitud de la emergencia. Es una tragedia.
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