A la 4T se le da bien aquello de desmantelar instituciones o dependencias en aras de la austeridad y sin análisis previo arrasa con lo que puede a diestra y siniestra como si no hubiera mañana. Sin embargo, el valemadrismo institucional y el desprecio por la escena multilateral le puede salir muy caro.
La Organización Mundial de Comercio (OMC), con sede en Ginebra, es el organismo multilateral en donde se dirimen controversias entre 164 países sin importar qué tan poderosos son. Las negociaciones comerciales se llevan a cabo a diario, cara a cara, en sala, en el pasillo o en el café, y desde hace años los embajadores y negociadores mexicanos se han caracterizado por su espíritu “canchero”, han gozado de prestigio y respeto… hasta que llegó la 4T.
Uno de los últimos logros impulsado por México fue el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca (17/06/22), el primer tratado amplio y vinculante sobre la sostenibilidad de los océanos y solo el segundo logrado en la OMC desde su creación. No es poca cosa.
Lo inició el embajador Roberto Zapata y lo culminó Ángel Villalobos, el último embajador de México ante la OMC desde enero de 2023. Ahora la Misión en Ginebra está desierta, despidieron al personal y siguen las sesiones por internet “desde capital”. Hágame usted ese favor.
Y así con TMEC por delante, saliendo de una pandemia, con invasión de Rusia en Ucrania, su impacto en el suministro mundial de granos y fertilizantes y en el costo de los alimentos, la Secretaría de Economía decidió echar por la borda lo construido durante al menos tres décadas.
Además de cargarse a la Misión de la OMC, también se fue contra el personal de las representaciones en Washington, Bruselas, Ottawa y Tokio. Las personas con las que hablé me pidieron no revelar su identidad por temor a las represalias de la Sra. Pretty Face.
Por lo que me cuentan, cuando llegó en 2022 se encargó de despedir a personal clave. Pasaron por la guillotina la subsecretaria de Comercio Exterior Luz María de la Mora. En su lugar quedó Alejandro Encinas Nájera, hijo de Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación.
Salieron directores generales como Selene Magdaleno para la Alianza del Pacífico; Ismael Ortiz de la Unidad de Negociaciones Comerciales Internacionales; Cindy Rayo de Comercio Internacional y de Servicios; Rubisel Velázquez de Disciplinas de Comercio Internacional y Máximo Romero de Comercio Internacional. Igualmente, Lydia Antonio de Seguimiento del Cumplimiento de Tratados Comerciales del TMEC y César Remis, jefe de Implementación del TMEC en Estados Unidos.
Me dicen que la ausencia de México en la OMC es “un error estratégico y político”, pues el zoom jamás va a reemplazar las negociaciones cara a cara. La falta de México en la OMC es estridente y todo mundo se ha dado cuenta (…) en los pasillos corrió la noticia del despido del equipo de negociadores con muy malos modos”.
“El mayor problema es que la presencia de México en la OMC ha desaparecido. México era un país muy influyente y que deje de ser protagonista en comercio internacional tiene implicaciones muy importantes’’.
“Es muy peligroso dejar que los demás escriban las reglas por México. Ha habido reuniones en la OMC en las que se cuestiona al gobierno y no hay nadie para responder, ni siquiera online. Es tremendo, nunca lo había visto”.
“Quisieron ahorrar, pero mantienen oficinas desiertas y siguen pagando al personal local porque no hay dinero para indemnizarlos”. Así se las gastan. No entienden que el comercio exterior “es uno de los pilares de la vida nacional desde el punto de vista económico y necesitamos gente con experiencia’’.
“Todavía es más peligroso que en Washington no haya nadie que esté dedicado a hacer el cabildeo. Es inconcebible que esté vacía la oficina de representación con el país que tienes mayor comercio bilateral sobre todo por las fricciones que ya existen”, valoran.
México se hunde en su mal gobierno y con sus malas decisiones se va poniendo la soga al cuello. Esta vez la 4T prefirió asfixiar las negociaciones de comercio internacional, una decisión lamentable y por demás absurda. Suenan las alarmas.