El presidente de México Andrés Manuel López Obrador se ha mantenido cautelosamente silencioso cuando se trata de condenar la invasión rusa en Ucrania, lo que es muy penoso y reprochable, pero lo que resulta absolutamente incomprensible e inaceptable es su complicidad con Moscú cuando amenaza usar bombas nucleares contra el país asediado que no las tiene. ¿Cómo respondería AMLO si Estados Unidos amenaza a México con usar una bomba atómica y el mundo se queda mudo?
La perversidad del líder ruso Vladimir Putin, que cuenta con la simpatía de AMLO, es incalculable, no solamente amenaza con el uso de bombas nucleares, lo cual provocaría una catástrofe inimaginable y podría desembocar en un Armagedón como bien lo dijo el presidente de Estados Unidos Joe Biden, pero además se niega a declarar una zona desmilitarizada en el perímetro que rodea a la planta nuclear de Zaporiyia, la mayor central europea, lo que es un peligro latente.
México ha sido un importante promotor del desarme nuclear en la arena mundial.
El 14 de febrero de 1967 se firmó en la Ciudad de México, el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, conocido como Tratado de Tlatelolco y fue impulsado por el excanciller mexicano Alfonso García Robles.
Este acuerdo logró que América Latina y el Caribe fuera la primera región densamente poblada libre de armamento nuclear en el que los firmantes se comprometieron a no desarrollar, producir, albergar, poseer, transferir ni emplear este tipo de armas de destrucción masiva.
En 2017 se adoptó en la ONU el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) que es el primer acuerdo multilateral aplicable a escala mundial que prohíbe íntegramente las armas nucleares de conformidad con el derecho internacional humanitario cuyo marco jurídico refuerza al Tratado de Tlatelolco. La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN en inglés), fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2017, por el impulso al TPAN y México, Austria, Brasil, Irlanda, Nueva Zelandia y Sudáfrica obtuvieron el premio a la Personalidad del Año 2017 de la Asociación de Control de Armas por haber impulsado su negociación.
Es por eso que los líderes mundiales, incluyendo AMLO, deberían condenar
de manera explícita, unida y categórica el uso de armas nucleares y demandar que las plantas nucleares que se encuentran en Ucrania sean zonas desmilitarizadas y cuenten permanentemente con supervisión de la ONU.
El mundo, incluyendo China y la India, debe hablarle claro a Putin y México, obedeciendo a su tradición antinuclear podría liderar esta respuesta, me dice Daryl G. Kimball titular de la Asociación de Control de Armas.
“Como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, México puede y debe trabajar con otros miembros del Consejo, incluido Estados Unidos, para remarcar la exigencia de que todos los estados con armas nucleares nunca usen o amenacen con usar armas nucleares bajo ninguna circunstancia y ayudar a organizar una condena más amplia a través de la Asamblea General de la ONU exigiendo el fin de todas y cada una de las amenazas de uso de armas nucleares, especialmente contra los que no las poseen como Ucrania. Para evitar una catástrofe, los líderes mundiales deberían pronunciarse contra los coqueteos de Putin con el uso de armas nucleares. Deberían subrayar por qué todos pierden, especialmente Rusia, si Putin rompe el tabú de 77 años contra el uso de armas nucleares y deberían hacerlo ahora, no después, cuando sea demasiado tarde’’, advierte Kimball.
AMLO “calla como momia”, se queda mudo ante las amenazas del monstruo del Kremlin contra un país que no tiene bombas nucleares, el inquilino de Palacio Nacional se hunde en la mediocridad y el desprestigio en el escenario mundial y por no hacer enojar a Putin traiciona uno de los principios más atesorados de la política exterior de México: la lucha por el desarme nuclear. Su silencio es lacerante.