Nacionalistas contra patriotas

16 de Noviembre de 2024

Nacionalistas contra patriotas

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INTERCEPT_ | Un sector de los franceses rechaza a los dos finalistas de las elecciones

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> La segunda vuelta en las elecciones francesas es una carrera entre dos candidatos ajenos al establishment, que eliminaron a los candidatos de los partidos principales de izquierda y derecha: un exbanquero que apoya a la UE o una ultranacionalista que buscaría un Brexit francés.

Robert Mackey | The Intercept_

@RobertMackey

robert.mackey@theintercept.com

Antes de que los votos finales fueran contados en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Francia el domingo, las proyecciones dejaron claro que la segunda ronda, a celebrarse dentro de dos semanas, contará con el centrista proeuropeo Emmanuel Macron contra la candidata antieuropeo de la extrema derecha Marine Le Pen.

Como señaló Alberto Nardelli, de Buzzfeed, a pesar de los temores de una oleada tardía de apoyo a la nacionalista antiinmigrante Le Pen, a raíz de los recientes ataques terroristas, a medida que los resultados llegaban, éstos se mantenían en línea con las proyecciones con las encuestas de opinión previas a la elección.

Una carrera entre los dos candidatos ajenos al establishment, quienes eliminaron a los candidatos de los partidos principales de izquierda y derecha, pondrá a los votantes franceses en una dura disyuntiva. El próximo presidente de Francia será un exbanquero de inversiones, que apoye firmemente a la Unión Europea y el multiculturalismo, o un miembro ultranacionalista del Parlamento Europeo, que buscaría una salida francesa de esa unión y un alto a la inmigración.

Para sus detractores de la izquierda, eso crea una opción poco atractiva entre un candidato liberal en cuestiones sociales, pero también neoliberal en economía y la heredera de una dinastía política de extrema derecha fundada por su padre, un negador del Holocausto.

Para otros, la amenaza existencial planteada por “la plaga” del extremismo de Le Pen supera todas las demás consideraciones, lo que significa que será necesario votar por Macron.

Durante un evento frente a sus partidarios el domingo, frente a las banderas de Francia y de la UE, Macron se refirió a la segunda vuelta del 7 de mayo como un concurso entre dos definiciones de lo que significa ser francés, y prometió ser “el presidente de todo el pueblo de Francia, el presidente de los patriotas frente a la amenaza de los nacionalistas”.

GRAFICA Tendencias. El portal LSE Europp visualiza así cómo se repartirá el voto para la segunda vuelta del 7 de mayo

Durante un debate televisado antes de la primera ronda, Macron, originario de Amiens, en el norte de Francia, criticó directamente la ideología nacionalista de Le Pen, al señalar que ha sido desacreditada por la historia del continente. “El nacionalismo significa guerra”, dijo Macron. Vengo de una parte de Francia con demasiados cementerios.

Sus declaraciones del domingo, realizadas mientras se adjudicaba la victoria en la primera ronda, fueron un intento por recuperar el lenguaje del patriotismo de Le Pen y sus compatriotas nacionalistas en toda Europa, que han hecho llamados a una “Primavera patriótica” para barrer el orden multinacional de Europa y llegar al poder.

›Le Pen, que parecía reconocer la necesidad de extender su alcance más allá de su base electoral formada por la clase obrera blanca, pidió “a todos los patriotas sinceros, dondequiera que provengan, sea cual fuere su origen”, apoyo para lo que ella llamó una lucha contra “la globalización salvaje, la que pone en peligro a nuestra civilización”.

Sin embargo, no resultó obvio cómo es que Le Pen podría apelar repentinamente a los votantes de otras etnias. Como señaló el columnista Pierre Haski antes de la votación, aunque Le Pen ha pasado años suavizando la imagen de su partido y “atenuado el escandaloso racismo y prohibido a los skinheads neonazis en sus eventos”, en los últimos días de esta campaña adoptó un tono mucho más radical, en un aparente intento de apuntalar su base nacionalista.

Eso incluyó mensajes a los pieds-noirs, los excolonos expulsados de Argelia en los años 60. En una entrevista días antes de la votación, en la que Le Pen parecía enfocarse en su base de electores, argumentó que la colonización trajo muchas cosas buenas a los subyugados, como “hospitales, carreteras y escuelas”.

En cuanto a la manera de abordar la historia colonial de Francia, reciente y cruda para muchos de sus antiguos sometidos, el contraste entre Le Pen y Macron difícilmente podría ser más agudo.

Ese pasado importa, en parte, al presente de Francia porque los eruditos franceses como Gilles Kepel, que estudian el atractivo del islamismo violento para los jóvenes descontentos con raíces en excolonias, sostienen que no han olvidado la brutal ocupación de Argelia.

›Macron tomó un enfoque muy diferente durante una visita a Argel en febrero. “La colonización es parte de la historia francesa”, dijo en una entrevista en la televisión argelina. “Creo que es inadmisible glorificar la colonización, algunos quisieron hacer eso en Francia hace diez años. Nunca me oirás decir eso. Siempre he condenado la colonización como un acto de barbarie.

“Es un crimen, un crimen contra la humanidad, una verdadera barbaridad”, agregó. “Pertenece a un pasado al que debemos enfrentarnos y al mismo tiempo ofrecer una disculpa a las personas afectadas”.

FRANCIA 03 Este y oeste. Así quedó el mapa francés al identificar a los candidatos más votados por departamento.

Dado que los tributos nostálgicos de Le Pen hacia el nacionalismo de una época pasada —y su retórica xenófoba y antimusulmana— han sido defendidos durante años por Breitbart, el sitio web del estratega jefe de Donald Trump, Steve Bannon, quizá no sorprenda que la Casa Blanca parezca apoyar su candidatura.

La retórica de Le Pen incluso pareció influir el discurso inaugural que Bannon escribió para Trump en enero. “Cuando abres tu corazón al patriotismo”, escribió Bannon, “no hay lugar para el prejuicio”.

En la víspera de la votación en Francia, Trump incluso predijo que el asesinato de un policía en París por un musulmán nacido en Francia, “probablemente ayudaría” a Le Pen.

Pero el presidente parece haber calculado mal. Los resultados muestran que Le Pen, que terminó en segundo sitio, no recibió ningún impulso por los ataques. Tampoco había pruebas de que Le Pen se haya beneficiado en absoluto de una ola de desinformación y elogios de los partidarios de Trump en redes sociales.

El equipo de campaña de Macron parece haber dado la bienvenida al apoyo de Trump para su rival, y lanzó un video la semana pasada sobre la amistosa llamada telefónica que el candidato recibió del predecesor de Trump, el expresidente Barack Obama. Al final de la llamada, después de que Obama le deseara suerte a Macron y le ofreciera asesoramiento de campaña, el candidato dijo que se mantendría en contacto “y vería cómo trabar juntos si llego a la segunda vuelta”. En la noche de las elecciones, algunos de los activistas de Macron incluso dijeron a ABC News que la elección de Trump había sido una llamada de atención para tomar en serio la amenaza de Le Pen. Aunque el presidente Trump podría sorprenderse al descubrir que el fantasma del terror islamista no mermó las posibilidades de Macron, ese hecho estuvo lejos de ser un shock en Francia. Como señaló Pierre Haski en una entrevista con The Intercept, después del tiroteo de la semana pasada, Macron se apresuró a recordar a los votantes que ya recibía consejos en materia de seguridad de dos figuras populares del actual establishment antiterrorista: el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, y Jean-Michel Fauvergue, el exjefe de la unidad de policía de élite RAID. El tema central de la segunda ronda de la campaña es si los votantes franceses reaccionarán o no a la presencia de Le Pen en la votación como lo hicieron en 2002, cuando el padre de Le Pen, Jean-Marie, perdió ante el candidato de centro derecha Jacques Chirac por 64 puntos, gracias al voto táctico de la izquierda. Las encuestas realizadas antes de la primera ronda sugieren que estas elecciones estarán mucho más cerca de las de 2002, pero Macron aún es el favorito por 20 puntos o más.

Tan pronto como fueron eliminados, tanto François Fillon, candidato republicano, como Benoît Hamon, representante del Partido Socialista, instaron a sus simpatizantes a votar por Macron y contra el “extremismo” de Le Pen.

Resulta menos claro cómo es que quienes votaron por el candidato de la extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon, responderán a su eliminación. Después de los resultados de la primera ronda, dejó claro que le había faltado para llegar a la segunda vuelta, mientras sus partidarios cantaban desafiantes “¡Presidente!”, durante un discurso público fuera de su casa de campaña la noche de la elección en el Bar Belushi en París.

Abstencionismo. Un sector de los franceses rechaza a los dos finalistas de las elecciones. Foto: AFP

Aunque Mélenchon pareció conceder la derrota en estas elecciones, ofreció esperanza para el futuro y no endosó inmediatamente a Macron. En cambio, como dijo Raphaëlle Besse Desmoulières de Le Monde, atacó a la élite mediática y a los oligarcas que, dijo, estaban “jubilosos” por su eliminación. Más tarde, por la noche, los manifestantes marcharon en Nantes con una pancarta que decía: “Ni un banquero ni un racista”.

Mientras que algunos votantes franceses sin duda se negarán a votar por un banquero, el hecho de que Macron haya tenido un trabajo fuera de la política es atractivo para otros. Le Pen, al igual que todos los demás candidatos principales, ha pasado toda su carrera como política y ha sido acusada de corrupción en relación con los gastos que le pagan como miembro del parlamento europeo al que tanto odia.

›El lunes por la mañana, el equipo de Mélenchon se preparaba para una votación en línea sobre la cuestión de votar por Macron o no. Uno de sus activistas, David Guiraud, dijo a la BBC que, aunque él intenta votar por el mal menor, “no tenemos esperanza en Emmanuel Macron”, quien sirvió como ministro de Economía para el muy impopular presidente François Hollande. “Será exactamente la misma política de Hollande”, dijo Guiraud, añadiendo que la presidencia de Macron sólo impulsaría a Le Pen para las elecciones de 2022. Pero, prometió, incluso si el mismo Mélenchón no volviera a contender, sus jóvenes partidarios estarían dispuestos a luchar contra los nacionalistas. “Pelear contra Marine Le Pen está en mi ADN”, dijo Guiraud.

De hecho, como señaló el portavoz de Mélenchon, Alexis Corbiere, el candidato de extrema izquierda se llevó casi un tercio de los votos de los menores de 24 años.

Dado que otro 28% de los votantes jóvenes apoyó al exministro socialista Emmanuel Macron o al candidato socialista Hamon, eso sugiere que los progresistas constituyen una clara mayoría de la juventud de Francia.