La reunión que el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo en esta semana con su gabinete fue un poco incómoda, no por el ambiente en Palacio Nacional, sino porque, cuentan los que conocen del tema, los secretarios tienen como tarea hacer una reducción de, al menos, entre 10 y 15% de su presupuesto, porque ya no hay dinero.
El problema es que ya no ven de dónde podrán cortarle; lo que sigue, dicen, es de plano mutilar aquello que tenga menor impacto.