Muro de Berlín | Aquel 9 de noviembre

28 de Noviembre de 2024

Muro de Berlín | Aquel 9 de noviembre

Han pasado 30 años desde la caída del muro de Berlín, ligada a la Perestroika, al fin de la Guerra Fría que marcó las nuevas relaciones entre Alemania y el mundo

El otoño de 1989 en las calles de las dos Alemanias, la federal y la occidental, transcurría en la cotidianidad con sus respectivas diferencias, la principal de todas, el permiso para viajar. Salir de la República Democrática Alemana fue imposible y por 20 años, impensable, hasta que por el descuido de un funcionario se terminaría por derrumbar ese episodio de la Guerra Fría aquel 9 de noviembre.

Las calles del este de Alemania eran una columna de protestas que comenzaban a representar un problema para la administración socialista de la República Democrática Alemana (RDA). Del otro lado, en la República Federal Alemana (RFA) las cosas parecían seguir su curso. Nadie, ni los altos mandos de esas repúblicas sabían que estaba cerca la reunificación.

Jürgen Moritz, ciudadano alemán, que vivía a un kilómetro del muro, relata para ejecentral:

“Ese día nadie se esperaba que algo así pasara, nadie, realmente nadie esperaba que se cayera el muro. Se puede decir que fue un accidente”.

La gente de Alemania Oriental saluda a los ciudadanos de Alemania Occidental en la Puerta de Brandenburgo en Berlín el 22 de diciembre de 1989. El 9 de noviembre, Gunter Schabowski, el jefe del partido comunista de Berlín Oriental, declaró que a partir de la medianoche, los alemanes del este serían libres de abandonar el país, sin permiso, en cualquier punto a lo largo de la frontera, incluidos los puntos de cruce a través del Muro en Berlín. Foto AFP

Un error de comunicación

Aquel día, en una conferencia de prensa ofrecida por Günter Schabowski, miembro del politburó de la RDA, presentaría ante la prensa extranjera un nuevo plan para viajar de forma ordenada, primero en la época de Navidad, por lo que abrirían 12 pasos en el muro. También tenían un plan de acción esbozado que estimaba cerca de un millón de viajeros del Este para quienes dispondrían de albergues, e incluso un plan de acción ante algún brote de violencia. A las 23:30 horas el muro se abrió.

“La noticia de que los ciudadanos de la RDA puedan viajar era realmente una cosa que semanas antes, el movimiento cívico de oposición, insistía al gobierno”, pero la conferencia, que fue muy aburrida, recuerda Jürgen, dio un giro cuando un reportero preguntó “¿señor, a partir de cuándo van a cambiar esta posibilidad?”. Schabowski no lo sabía tampoco, pero el sería quien estaba por abrir el muro al responder “de inmediato”, aunque la expedición de visados no se haría oficial sino hasta el día siguiente.

La conferencia, apunta Jurgen, ocurrió a las siete de la tarde y más tarde la noticia estaba por todas partes con este titular: “La RDA abre sus fronteras”, un par de horas más tarde los ciudadanos de la exRDA se juntaron para ver si era verdad ‘¿es verdad que nos dejan salir?’ y se juntaron miles de personas en los puestos donde se podía hacer el trámite. Nadie estaba preparado para eso”.

https://twitter.com/ReutersLatam/status/1192970559069405184?s=20

Schabowski no había leído que el aviso estaba previsto para el día siguiente. Se juntaron tantas personas que gritaban la misma frase ‘¡Abran las puertas!’. La decisión de quienes estaban en los puestos de control del muro, para evitar un baño de sangre, fue abrir la puerta. Así empezó la historia. No fue una decisión ni del Presidente de la República ni del Partido Comunista, ni del canciller de Alemania Federal”.

Esto dio paso a que los alemanes que vivían al otro lado de la RDA salieran a conocer la ciudad de los otros. Recuerda Jürgen, que en aquel entonces tenía 34 años: “Llegó un amigo al bar donde tomábamos una cerveza y jugábamos al billar y escuchamos a un taxista que nos dijo ‘está abierto el muro’. Lo primero que le contestamos fue ’estás loco, no jodas’. No lo podíamos creer y fuimos a ver, viajamos a Berlín occidental y nos unimos a la fiesta. Fue una gran, gran fiesta, todos vieron las imágenes de la gente que llegó y subió al muro. Se abrazaban; andaban en sus coches, por el metro”. Pero también permanecía en la frontera el Ejército rojo de la Unión Soviética, quienes tampoco impidieron el paso.

Como ciudadano de la RFA, Jürgen podía cruzar sin tantos problemas al otro lado de Berlín, pero con un pago aproximado a 25 marcos, el costo de un permiso por día que expiraba a las 11 de la noche.

La caída del muro de Berlín. Foto WIKICOMMONS

En aquel entonces, Jürgen trabajaba en la primera radio alternativa de izquierda de Berlín Occidental, la legendaria Radio Glasnost, en la que mantenían informado a su público sobre lo que sucedía en el lado oriental y además “nos pasaban cassettes clandestinamente producidos desde la RDA. Nosotros lo pusimos al aire en un programa especial. Del otro lado nos odiaban; no les gustó mucho que las voces de oposición salieran de una radio de Berlín”, pues le daban voz al movimiento ciudadano.

Los meses previos a la caída, los ciudadanos de la RDA buscaban salir. Miles de personas ocuparon las embajadas de Alemania Federal en un intento por tener cualquier posibilidad de salir. La caída también fue el resultado de lo que pasaba meses atrás con las protestas sociales a tope. Por ejemplo, el 4 de noviembre “la oposición dirigió una protesta que convocó a un millón de personas, la protesta social más grande en todo Berlín oriental que exigía la democratización del país, la libertad de expresión y el giro del socialismo a uno más democrático”.

Era el momento del colapso: la Unión Soviética estaba al borde de la bancarrota y también muchos países que todavía integraban el bloque socialista.

Mijaíl Gorbachov comenzaba la reforma económica destinada a desarrollar una nueva estructura de la economía interna de la Unión Soviética, conocida como la Perestroika, algo que complementarían las reformas del Glasnost, la apertura de la población comunista hacia el resto del mundo y que con la caída de 120 kilómetros del muro representaba el corolario de la Guerra Fría, un proceso que terminaba en Europa. RB