La Copa Mundial de Baloncesto de la FIBA tuvo un cierre muy emocionante. Serbia y Alemania se encontraron en el Mall of Asia Arena, en Filipinas, para disputar una final que se terminaron llevando los teutones para así convertirse en campeones del mundo por primera vez en su historia.
Dennis Schroeder, actual base de los Toronto Raptors de la NBA, consolidó su rendimiento durante este mes con una gran actuación en el partido decisivo, que además, le valió para ser nombrado MVP del torneo.
Los alemanes formaron una buena plantilla con cinco jugadores militantes en la NBA y siete que derraman talento en ligas europeas de primer nivel.
Su química y contundencia en ambos extremos de la cancha se vio reflejada en la duela, los germanos permanecieron invictos hasta el último momento de la competencia, nadie pudo detener su desenvolvimiento en la cancha.
Inclusive los favoritos al título, el equipo estadounidense, sucumbieron ante los campeones en un emocionante partido de eliminación que terminó con un marcador de 113 - 111. Ahora, los teutones tendrán un año para prepararse para los juegos olímpicos de París 2024, el equipo de Gordon Herbert deberá cambiar su mentalidad ya que se trata de un torneo completamente distinto, donde además muy probablemente alguno de sus rivales busque revancha.
Por otro lado, los serbios regresaron a casa con un sabor semiamargo en la boca. Al igual que en 2014, las águilas blancas se quedaron a sólo un paso de la gloria de la mano de Bogdan Bogdanovic.
Anotando 24 puntos y cuatro rebotes, el escolta de los Hawks aplastó a Canadá en las semifinales del torneo; no obstante, Bogdan se vio suprimido por la defensa contrincante y no pudo culminar su hazaña.
El Dream Team terminó siendo la decepción del torneo. Los Yankees no sólo fueron eliminados en los playoffs, además perdieron el partido por el tercer puesto contra sus vecinos del norte.
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