El uso que las diversas plataformas online le dan a los datos de sus usuarios es una cuestión cada vez más analizada por distintos gobiernos, y en este caso, fue el turno de Spotify de pasar bajo la lupa de las autoridades en Estocolmo, Suecia, situación de la que no salió bien librado.
“Como resultado de las deficiencias identificadas, la IMY (autoridad sueca de protección de la privacidad) impuso a la compañía una multa de 58 millones de coronas”, dio a conocer este organismo, que también informó que no quedaron satisfechos por la forma en que maneja Spotify el derecho de los consumidores a acceder a sus datos personales.
La multa, que se traduce en 5.4 millones de dólares, será recurrida por la propia empresa, que se ha negado a pagar.
La investigación comenzó después de que NOYB, organización sin fines de lucro, señaló que el servicio de reproducción de música y podcasts no permitía acceder a toda la información sobre cómo usaba los datos de sus internautas, una regla que contraviene a lo establecido en la Unión Europea.
5.4 millones de dólares fue la multa impuesta al servicio de streaming.
La IMY recordó que, en virtud de la normativa europea de protección de datos, los usuarios tienen derecho a saber cuáles son los datos que una empresa posee sobre ellos, y la forma en que los explota. Sin embargo, Spotify no fue suficientemente claro a la hora de explicar el uso de dichos datos.
Otro de los inconvenientes que se encontraron fue el idioma en que se ofrecen dichos términos. En algunos casos más complejos, dichas explicaciones deben estar disponibles “no sólo en inglés, sino también en la lengua de la persona en cuestión”, explicó la especialista Karin Ekström, una de las juristas responsables de la investigación.
De origen sueco, el grupo, que cotiza en la bolsa de Nueva York, anunció en abril haber superado los 500 millones de usuarios activos mensuales, incluyendo 210 millones de suscriptores, y es actualmente una de las plataformas de reproducción de música más utilizadas en el mundo.
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