Los cambios laborales por la pandemia han provocado que las mujeres trabajen más, que se agoten de manera más frecuente y se encarguen de actividades no relacionadas con su puesto sin que sean reconocidas plenamente, así lo revela un estudio internacional en 423 organizaciones mundiales.
El informe “Mujeres en el Lugar de Trabajo”, de la consultora internacional McKinsey & Company, encontró que el 67.3% de las encuestadas admitió que dedicó horas extras en estas tareas, pero que pocas empresas lo reconocen formalmente.
Mariana Cooper, coautora del informe, detalló en una entrevista para la revista de negocios de Harvard que “este trabajo de misión crítica corre el peligro de ser relegado a tareas domésticas de oficina, es decir, actividades necesarias que benefician a la empresa pero que no se reconocen y no conducen a un avance profesional”.
Datos de la encuesta detallan que el 42% de las mujeres en posición de liderazgo han estado en situaciones de estrés crónico este año, una cifra 10 puntos mayor que la registrada en 2020; además, la mitad de los hombres en esta situación consideró renunciar o cambiar tiempos parciales al sentirse agotados.
La encuesta también reveló que la brecha de género en posiciones de liderazgo se mantiene a pesar de los mismos requisitos o de habilidades para el trabajo.
Esta cifra crece dramáticamente entre las mujeres de color, quienes solo ocupan el 12% de los cargos de gerencia, mientras que el 4% de los puestos directivos de alto mando son ocupados por este perfil, frente al 62% que mantienen los hombres blancos, lo que revela la doble desigualdad que padecen estas personas.
Los resultados de esta encuesta refuerzan las estimaciones del Foro Económico Mundial, en las que se calculó que la pandemia había añadido 36 años a los esfuerzos por lograr la paridad de género a nivel mundial.