Existen zonas en el país donde ya existe legalmente una veda, es decir, que no se puede entregar permisos para extracción de agua, ni superficial ni de subsuelo, reveló el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y es que, en la competencia por obtener la inversión de empresas extranjeras, el norte del país se ha venido quedando sin recurso hidráulico. Esta problemática no es nueva, pero durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto se emitieron decretos que buscaban eliminar esta veda y otorgar concesiones.
Sin embargo, al llegar el presidente López Obrador a la Presidencia de la República, al menos 10 de estos decretos fueron congelados para evitar que se siguiera sustrayendo el líquido por empresas privadas, como cerveceras.
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Con las vedas, que se dan en “aquellas áreas específicas en las que no se autorizan aprovechamientos de agua adicionales a los establecidos legalmente y se controlan mediante reglamentos establecidos, en virtud del deterioro del agua en cantidad o calidad…”, Peña Nieto fue señalado de querer privatizar el agua.
Algunos expertos consultados en esos tiempos aseguraban que los decretos establecían zonas de reserva de agua para uso doméstico, público urbano, ambiental y para la conservación ecológica; pero otros, sostuvieron que estos decretos abrían la puerta a una eventual privatización del agua.
Por primera vez, el presidente López Obrador exhibió un mapa de la Disponibilidad de Aguas Superficiales, por entidades federativas, que muestran la disponibilidad del recurso y que revela también la grave afectación tanto en el norte como algunas zonas del centro de nuestro país.
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