Mueren 4 policías y un civil (más) en manifestaciones en Nicaragua
La oposición nicaragüense realiza este viernes un paro de labores para presionar la salida del presidente Daniel Ortega

Nicaraguan opposition demonstrators take part in a nationwide march called “United We Are a Volcano” in Managua on July 12, 2018. Opposition activists are steeling themselves for three days of protests against Nicaragua President Daniel Ortega, as fears mount over the brutal suppresion of dissent by government forces. Demonstrators marched through the capital Managua on Thursday before a general strike on Friday and a tour of Managua’s most restive neighborhoods on Saturday. / AFP PHOTO / Marvin RECINOS
/MARVIN RECINOS/AFP
Cuatro policías y un civil murieron este jueves en una localidad del sureste de Nicaragua, donde una violencia desbordada deja más de 260 muertos en tres meses de protestas contra el presidente Daniel Ortega. La Policía responsabilizó de las muertes a “grupos terroristas” que mantienen bloqueos en las carreteras y que simularon realizar una “marcha pacífica” para “atacar con armas de fuego” la delegación policial de Morrito, municipio del departamento de Río San Juan (sureste), según un comunicado. De acuerdo al informe, los manifestantes además “secuestraron” a nueve efectivos policiales y “atacaron la alcaldía de Morrito, provocando heridas graves con arma de fuego a cinco trabajadores”, uno de los cuales murió. La oposición por su lado dijo que el enfrentamiento ocurrió cuando pasaba cerca del comando policial una marcha en Morrito, en el marco de la jornada de manifestaciones convocada por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, de grupos de la sociedad civil. La líder del movimiento campesino, Francisca Ramírez, de la Alianza Cívica, aseguró que los manifestantes fueron “atacados por agentes y paramilitares” que estaban en el comando, y varios que estaban armados respondieron con disparos. Morrito, de unos 6.000 habitantes, es una zona donde varios campesinos están armados para la protección de sus terrenos. Está localizado a 230 km al sureste de Managua, en una ruta donde el gobierno proyecta construir un canal interoceánico al que se oponen sus pobladores. Las protestas en el país estallaron el 18 de abril contra una reforma al sistema de pensiones, pero tras la represión se extendieron a la exigencia de salida del poder de Ortega, que gobierna desde 2007 por tercer periodo consecutivo y a quien acusan de crear una dictadura junto con su esposa Rosario Murillo. Ortega, que gobierno desde hace once años por tercer periodo consecutivo, acusa a los manifestantes de “golpistas”.
Realizan paro de labores
La oposición nicaragüense realiza este viernes un paro de labores para presionar la salida del presidente Daniel Ortega, quien, en contraofensiva, encabezará una caravana de conmemoración revolucionaria en medio de una desbordada violencia que deja unos 270 muertos en tres meses. El paro de 24 horas convocado por la opositora Alianza Nacional por la Justicia y la Democracia, que aglutina a grupos de la sociedad civil, comenzó a las 00H00 locales (06H00 GMT), respaldado por la cúpula empresarial. “Vaciemos las calles porque no queremos más represión y porque queremos que se vayan”, llamó la Alianza Cívica a pocas horas de iniciar el paro, el segundo luego del realizado el 14 de junio, cuando hubo cuatro muertos. La paralización de labores es la segunda de tres jornadas de acciones de la Alianza Cívica, que el jueves realizó manifestaciones en distintas ciudades y pueblos, con saldo de al menos cinco muertos -cuatro policías y un civil- en un municipio del sureste del país. El sábado, los opositores realizaron una caravana de vehículos por los barrios orientales de la capital, donde se han registrado fuertes incursiones de la policía y grupos paramilitares para retirar barricadas de los manifestantes. Los opositores reclaman justicia, elecciones adelantadas o la renuncia de Ortega, a quien acusan de desatar una feroz represión contra las protestas y crear una dictadura con su esposa Rosario Murillo, marcada por la corrupción y el nepotismo.
El “repliegue”
En medio del paro, Ortega tiene previsto encabezar la tarde de este viernes el histórico “repliegue”, que conmemora cada año una gesta guerrillera previa al triunfo de la revolución sandinista de 1979, que derrocó al dictador Anastasio Somoza. “Al repliegue con Daniel, caminantes de la paz, del futuro, del amor (..) porque vamos ganando la paz”, dijo Murillo al convocar a los seguidores del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). El ‘repliegue’, ocurrido el 27 de junio de 1979 cuando miles de guerrilleros de Managua se retiraron a Masaya para reagrupar fuerzas antes de derrocar a Somoza, se conmemora anualmente con una caminata hasta esa ciudad, la más rebelde del país, 30 km al sur de la capital. Pero ante la tensión y desbocada violencia que se vive en Nicaragua, el festejo se postergó y será una caravana hacia la entrada norte de Masaya, pues en el sur de la ciudad está el combativo barrio indígena Monimbó, atrincherado contra las fuerzas de Ortega. “La marcha hacia las victorias no se detiene”, dijo Murillo y repiten los medios oficialistas al llamar al ‘repliegue’, aunque los opositores creen que sin ir a Monimbó y sin hacer caminata es una suerte de derrota para el gobierno. El barrio ha estado en alerta. “No al repliegue”, “jamás nos rendiremos”, “Monimbó resiste hoy, mañana y siempre”, se lee en paredes y barricadas que reforzaron sus pobladores.
Presión internacional
Ante el agravamiento de la situación, la OEA citó a sesión extraordinaria el viernes sobre Nicaragua, luego de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentara el miércoles un informe ante su consejo permanente. En su informe, el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrao, pidió a la OEA exigir al gobierno de Ortega el “fin inmediato a la represión”, las “detenciones arbitrarias” y otras violaciones a los derechos humanos. La sesión de este viernes, que iniciará a las 14:00 horas, fue convocada a petición de Argentina, Canadá, Chile, Estados Unidos y Perú. Para el gobierno, que ha rechazado los informes de la CIDH y las acusaciones de represión, las manifestaciones son parte de un plan orquestado por la derecha para dar un golpe de Estado. Estados Unidos, que adoptó sanciones contra tres altos allegados de Ortega y a funcionarios de la Policía, aumenta su presión contra el gobierno nicaragüense. Legisladores estadounidenses de un subcomité de asuntos para el hemisferio occidental aprobaron el jueves una resolución bipartidista que “condena la violencia del régimen” y pide más sanciones. A fin de hallar una salida a la crisis, la Iglesia católica propuso adelantar los comicios de 2021 a 2019 en el diálogo que media entre el gobierno y la Alianza. Pero ello fue descartado por el propio Ortega, un exguerrillero de 72 años que gobierna desde 2007 por tercer periodo consecutivo y encara su peor crisis al perder el control de la calle. El analista Oscar René Vargas cree que la oposición corre el riesgo de desgastarse, mientras que para el gobierno su talón de Aquiles es la economía. Más de 200 mil empleos se han perdido y el Banco Central rebajó la proyección de crecimiento de 4,9% a 1%.