Héctor Beltrán Leyva, El H, líder del cártel de Los Beltrán Leyva falleció la tarde de este domingo tras sufrir un infarto, en el Centro Médico López Mateos de Toluca, Estado de México, a donde fue trasladado desde el penal del Altiplano para su atención, confirmó la Secretaría de Gobernación. En un comunicado, la Comisión Nacional de Seguridad y el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social señalaron que los hechos ocurrieron aproximadamente a las 16 horas. El narcotraficante reportó dolor intenso en el lado izquierdo del pecho y fue a las 15:07 que el encargado de la seguridad del penal lo reportó, por lo que médicos del penal le brindaron primeros auxilios y al ver que que no se recuperaba, las autoridades del Altiplano decidieron trasladarlo de inmediato al citado hospital, “con todas las medidas de seguridad de atención a reclusos”, señala el parte oficial. Tras su fallecimiento, se informó a las autoridades para que realizaran la necropsia de ley y a sus familiares, para que efectúen los trámites para la entrega del cuerpo y se les informe oficialmente la causa de su muerte. A las 8 de la noche se informó que el cuerpo de Héctor Beltrán fue trasladado al servicio médico forense de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) para que se le practique la necropsia de ley, bajo un fuerte dispositivo de seguridad, reportaron medios locales. Héctor Manuel Beltrán Leyva, de 56 años, se encontraba recluido en el Penal Federal Número 1, Altiplano, desde el 2 de marzo de 2016, en donde enfrentaba un proceso por delitos de delincuencia organizada, contra la salud, acopio de armas de fuego y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Su número de expediente era el 3889-AJ-16. El gobierno federal precisó que El H recibió la atención médica que requirió y que el personal del hospital y del centro federal agotaron todos los recursos clínicos para restablecerlo, lo que no fue posible. Héctor Beltrán asumió el liderazgo de la organización tras la muerte de su hermano Arturo, El Barbas o El Jefe de Jefes, en diciembre de 2009, quien fue abatido por infantes de la Marina en Cuernavaca, Morelos. El H tomó el relevo y mantuvo una cruenta guerra contra su exaliado Joaquín El Chapo Guzmán, entonces líder del Cártel de Sinaloa, ahora enjuiciado en EU. También se le conocía como El Ingeniero o El Comandante. Los hermanos Beltrán Leyva, especialmente Héctor y Arturo, trabajaban de la mano de Ismael Mayo y Jesús El Rey Zambada García, este último el primero de los testigos estrella en el juicio contra El Chapo que inició la semana pasada en Nueva York. El Rey Zambada, como coordinador logístico del traslado de drogas para el Cártel del Pacífico, coordinaba el trabajo de los hermanos Beltrán Leyva, quienes tenían a su cargo las operaciones en Guerrero, Morelos, Puebla, Hidalgo y Estado de México, principalmente. Se volvieron el brazo más importante para los de Sinaloa en su operación y trasiego de droga y el contacto con Colombia. El Chapo también les encargó la tarea de infiltrarse en las fuerzas de seguridad y la política, lo que lograron sin problema. Penetraron en la Procuraduría General de la República (PGR) y la Policía Federal (PF) y altos mandos les brindaron protección. El H era el responsable de la nómina, que al parecer también incluía a mandos de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI), de acuerdo con InSight Crime. Con la Operación Limpieza en 2008, fueron detenidos siete altos mandos, seis mandos medios y 12 agentes. El de mayor nivel era el exzar antidrogas Noé Ramírez Mandujano quien fue a la cárcel por presuntamente recibir 450 mil dólares mensuales del cártel, pero fue exonerado tiempo después. Los hermanos Beltrán Leyva fueron quienes ayudaron en el rescate de Guzmán Loera de Puente Grande, junto con los Zambada. Años después, Guzmán Loera traicionó a los hermanos Beltrán Leyva y fortaleció su alianza con los Zambada, lo que generó una crisis de violencia en Sinaloa. Su alianza terminó tras la detención de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, capturado el 21 de enero de 2008, quien tras ser extraditado fue condenado a cadena perpetua, el 3 de abril de 2017, por un juez de la Corte Federal del Distrito de Columbia. De acuerdo con datos oficiales, Héctor y su hermano Arturo fueron quienes iniciaron a su Joaquín Guzmán en el negocio del tráfico de cocaína. Eran compadres.
La captura de un discreto empresario en Guanajuato
Héctor Beltrán fue detenido por elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) y Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en octubre 2014, en un restaurante en San Miguel de Allende, Guanajuato, con una treintena de averiguaciones en su contra, acusado por las autoridades de Estados Unidos de traficar cocaína, mariguana, heroína y metanfetaminas. Al mando quedó su esposa, Clara Elena Laborín Archuleta, alias La Señora, capturada en septiembre del 2016 por agentes federales en Hermosillo, Sonora. Por la captura de El H, autoridades de ambos países ofrecían recompensas millonarias. En el caso de Héctor Beltrán, había sido acusado en cortes de Columbia y Nueva York, y pedían hasta 5 millones de dólares por su detención. Tras su detención, Michelle Leonhart, titular de la Administración Federal Antidrogas (DEA) de Estados Unidos, aseguró que su captura representó el desmoronamiento de “uno de los más grandes imperios de las drogas”. Era solicitado en extradición para ser juzgado por la Corte Federal del Distrito de Columbia por diversos delitos de narcotráfico, sin embargo en abril de 2017, el juez Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, Patricio Leopoldo Vargas Alarcón, ordenó reponer su proceso al concederle un amparo que dejó sin efecto el acuerdo por el cual la cancillería lo cedió en extradición a Estados Unidos. El fallo señala que el juzgado que estuvo a cargo del procedimiento no citó a los peritos forenses necesarios para dictaminar si la identidad del reo era la misma del presunto capo reclamado por el país vecino del Norte. Se le conoció como el más discreto de los hermanos que dieron nombre a su organización criminal. Vivió entre la Ciudad de México, Guerrero, Nayarit y Querétaro. En este último residía al momento de su captura, en donde se manejaba con un perfil bajo, haciéndose pasar como un empresario dedicado a los bienes raíces y la venta de obras de arte. Según información de su perfil criminal, Héctor Beltrán nació el 16 de febrero de 1965 en Badiraguato, Sinaloa. La organización de los Beltrán Leyva surgió como escisión del Cártel de Sinaloa o del Pacífico, pues anteriormente se habían desempeñado como brazo armado de la organización que lideró Joaquín El Chapo Guzmán. EC
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