Morena tiene la mesa puesta. Obtuvo la mayoría en el Congreso federal y en 19 legislaturas estatales (que podrían aumentar a dos más en cuanto se distribuyan las curules plurinominales); conquistó la tercera parte de los ayuntamientos en disputa, sumando 328, y por lo menos cinco gubernaturas. Esto, no sólo podría debilitar el poder de los gobernadores, abre además la posibilidad de un nuevo esquema de gobernabilidad con contrapesos, y le permitirá a Andrés Manuel López Obrador consumar sus reformas constitucionales, que forman parte de la profunda transformación de la administración pública que prometió. El Proyecto de Nación 2018-2024 con el que el ahora candidato triunfador llegará a la Presidencia de la República menciona de manera explícita seis reformas constitucionales; pero, de manera implícita, el documento contiene decenas de cambios a la Carta Magna, ya que, puntualiza, “se someterán a evaluación las reformas laboral, educativa, fiscal y energética”. Aunque López Obrador ha dicho abiertamente que no piensa enviar al Congreso enmiendas constitucionales en el arranque de su mandato, ni tampoco iniciativas que polaricen al legislativo, lo cierto es que el tabasqueño va montado en una aplanadora que le permite diseñar una amplia agenda legislativa desde el principio. De acuerdo con datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), Morena tendrá mayoría abrumadora en nueve Congresos locales. En Tlaxcala, Morelos y Tabasco, por ejemplo, el partido de López Obrador ganó la totalidad de los distritos en las elecciones para diputados locales. En el primer caso habrá un gobernador panista (Marco Antonio Mena Rodríguez) y un Congreso morenista. En el segundo, será un gobernador de Encuentro Social (Cuauhtémoc Blanco, afín a López Obrador, en remplazo de Graco Ramírez) y una legislatura de Morena. Y en el tercero habrá un mandatario morenista (Adán Augusto López, en sustitución de Arturo Núñez) con un Congreso del mismo partido. De igual forma, el partido del futuro presidente tendrá amplia mayoría en las legislaturas de cuatro entidades gobernadas por el PRI. Ellas son Colima (ganó 15 de 16 distritos disputados), Hidalgo (17 de 18 distritos), estado de México (terruño del presidente Peña Nieto, donde Morena se llevó 41 de 45 distritos) y Oaxaca (donde triunfó en 24 de 25 demarcaciones). Las otras dos entidades donde las bancadas morenistas serán aplastante mayoría son Baja California Sur (gobernada por el panista Carlos Mendoza Davis), donde ganó 14 de 16 distritos, y Ciudad de México (donde la jefa de Gobierno será Claudia Sheinbaum), con 31 de 33 distritos. En otros 11 estados, la presencia de Morena no es tan apabullante, pero, de acuerdo con los resultados del PREP, es probable que tenga mayoría simple. Se trata de Chiapas, que estará en manos del morenista Rutilio Escandón, donde ganó 13 de 24 distritos; Durango, gobernado por el panista José Rosas Aispuro, donde obtuvo la victoria en 11 de los 15 distritos; Guerrero, donde gobierna el priista Héctor Astudillo, con 12 de los 28 distritos, Michoacán, gobernado por el perredista Silvano Aureoles, con 15 de las 24 demarcaciones en juego, y Puebla, donde el predominio del PAN está mermado, con 16 de los 26 distritos. La lista de los estados que tendrán un Congreso predominantemente morenista la completan cuatro entidades gobernadas actualmente por priistas. San Luis Potosí (8 de 15 distritos), Sinaloa (18 de 24), Sonora (20 de 29) y Zacatecas (8 de 18). Finalmente está Veracruz, que será gobernado por el morenista Cuitláhuac García, en sustitución del panista Miguel Ángel Yunes, donde el partido de López Obrador ganó 21 de 30 distritos. En tres estados Morena está en igualdad de circunstancias con otros partidos. En Campeche, estado fuertemente golpeado por la crisis de los precios del petróleo y gobernado por el priista Alejandro Moreno, el partido de López Obrador y el PRI ganaron nueve distritos cada uno. En Chihuahua, actualmente en manos del panista Javier Corral, Morena y la coalición Por México al Frente (PAN-PRD-MC) ganaron 10 distritos cada uno, y algo similar ocurrió en Quintana Roo que gobierna el PRI.
Dominio en congresos locales:
Las reformas de AMLO
El proyecto que sirvió de plataforma electoral para la tercera candidatura de López Obrador fue elaborado, según el equipo de Morena, por 200 especialistas. Para llevar a cabo las transformaciones en materia de corrupción y austeridad republicana, el documento contempla reformar seis artículo de la Constitución, para lo cual es necesario no sólo contar con la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, el Senado y tener el aval de al menos 17 Congresos locales. Estas son: Reforma al artículo 108 de la Constitución para eliminar el fuero al presidente de la República para que pueda ser juzgado por el delito de corrupción. Una iniciativa de ley o de reforma constitucional, que disponga con toda claridad la situación jurídica y salarial de los expresidentes del país. Reformar la fracción VIII, punto 3, del artículo 35 constitucional, a fin de acotar el significado de los “ingresos y gastos del Estado”, para que exista consulta ciudadana. Reformar el artículo 102 constitucional para facultar al Presidente de la República en la designación de un fiscal que se encargue de la específica atribución de investigar y perseguir aquellos delitos que quebranten la seguridad pública. Reformar el artículo 19 constitucional para “incorporar como delitos de prisión preventiva oficiosa los relacionados con actos de corrupción. En sus últimos discursos López Obrador se refirió a las reformas como una herramienta que usaría poco.