Las elecciones de este cuatro de junio terminaron con 94 años de administraciones priistas, y la avasalladora maquinaria morenista lo dejó sin lugar a duda.
Un estado extremadamente rico con el Producto Interno Bruto (PIB) estatal más alto, sólo después del de la Ciudad de México, y por encima del de Nuevo León y tres veces el que tiene Coahuila, pero donde se da uno de los índices más altos de pobreza, según las cifras del Coneval. En el Estado de México viven cerca de 17 millones de ciudadanos y de ellos la mitad están en situación de pobreza.
De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), la lista nominal de votantes es de 12 millones 676 mil 625 electores, lo que significa que el 75 % de su población vota, según las propias cifras oficiales, pero no todos ejercen su derecho a votar.
Aunque es la entidad donde se genera más producción y por consecuencia mayores ingresos, también es donde se visualizan las carencias sociales más altas, como los servicios de salud en el que el 34 %, o casi seis millones de sus habitantes no tienen acceso. Asimismo, existe un rezago educativo del 14 % de su población.
Por lo que el PRI deja un estado con duras carencias y Morena llega y no sabremos que tanto pueda hacer por el estado más poblado de México.
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