La estrategia de cabildeo del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, fracasó en el Senado de la República. No consiguió los 10 votos adicionales que requería Morena y sus aliados políticos para sacar adelante la iniciativa de reforma Constitucional para ampliar el periodo de las Fuerzas Armadas en las labores de seguridad pública. Tampoco funcionó la operación política del senador Monreal.
Mientras, la sesión ordinaria se desarrollaba en el Senado de la República, enfrente de la sede, en el Hotel Emporio, López Hernández cabildeaba, principalmente con los priistas, para sumar votos a favor de la iniciativa.
La operación del secretario de Gobernación se redujo a ofrecimientos y amenazas a los legisladores de las distintas bancadas de oposición, expuso el Senador Emilio Álvarez Icaza.
“He escuchado directamente a varios senadores, no voy a decir nombres, porque no me corresponde, pero han recibido llamadas directas de Bucareli con distintos ofrecimientos; con cargos, futuro, proyecciones —aseveró—. Ya vimos a Raúl Paz que si va a ser candidato a gobernador, ‘que yo te ofrezco la reelección, ¿qué capital te interesa?’ La pregunta que formulan es ¿qué quieres? Esa es la pregunta y procesan si pueden o no. Si lo que piden es improcesable no vuelven hablar”.
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Con los opositores, la estrategia fue contraria, a través de la amenaza, acusó el integrante del Grupo Plural.
“De familiares o de procesos o de discusiones o de escándalos, después de lo que hacen en la Cámara de Diputados con Alito (Alejandro Moreno, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional) se puede esperar cualquier cosa, después de lo que le hicieron (el panista Ricardo) Anaya se puede esperar cualquier cosa, lo utilizan como a modo de escándalo”, apuntó.
Pero ni los coqueteos y ni las presiones prosperaron con los grupos de contención en el Senado de la República. Tampoco las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador desde la mañanera sirvieron, ni la conferencia de prensa del priista Rubén Moreira, que llamó a la aprobación. El PRI en el Senado seguía dividido.
Reculan los morenistas
A las dos horas de iniciada la sesión ordinaria, el senador Ricardo Monreal Ávila solicitó retirar el proyecto de dictamen de la discusión del Pleno para regresarla a las comisiones de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos Segunda, bajo el argumento de discutir ampliamente el tema, tal como solicitaron inicialmente los legisladores de oposición. Incluso los panistas presentaron una moción de suspensión, que fue rechazada por la mayoría parlamentaria.
Esto fue la primera evidencia de que a Morena no le salían los números. No contaban con los 86 votos requeridos para aprobar la reforma constitucional, a diferencia de la Cámara de Diputados, en la que sí obtuvieron el apoyo de la fracción parlamentaria del PRI.
A las 12:37 horas los presidentes de las comisiones, los morenistas Óscar Ramírez y Rafael Espino, solicitaron el retiro del proyecto del decreto para retornarlo a las comisiones, sin embargo, carecía de las firmas del resto de los integrantes, por lo que tuvo que ser desechado por el presidente de la Mesa Directiva, Alejandro Armenta.
Dos horas más tarde, a las 14:32 horas, se presentó nuevamente otra solicitud que, en esta ocasión, sí contaba con las firmas de la mayoría de los integrantes pertenecientes a la bancada de Morena, al que sí se le dio trámite y se sometió a votación.
“Extender la discusión, extender el plazo, para ver a cuántos más agarra Adán Augusto, y a ver si le quita la candidatura a usted y le da un codazo a Claudia Sheinbaum y se baja a Ebrard y se lucen con el Presidente, ¿cuánto tiempo quieren para lucirse con el Presidente? Allá andaba en el Hotel Emporio el señor”, le recriminó Germán Martínez.
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Este error de procedimiento de los morenistas fue tomado como pretexto por los partidos de oposición para impedir la suspensión de la sesión y dar paso a la votación del proyecto del dictamen.
“Hoy muere el intento de gobierno de militarizar la seguridad pública de este país, hoy y aquí vamos a votar, y hoy y aquí lo vamos a rechazar porque es algo negativo para este país. Nosotros no mordemos anzuelos… quieren militar quédense solos con sus votos que no les van alcanzar”, reviró en tono triunfante el panista Damián Zepeda.
“Le exigimos a la mayoría que el día de hoy concluyamos la discusión, que no se retire ninguna minuta, que vayamos a la votación y que le demos certidumbre al pueblo de México de que nadie quiere militarizar al país”, se sumó el emecista Clemente Castañeda. Mientras sus compañeros de bancada gritaban: “¡Votación!, ¡Votación!”
“Por lo que veo en este pleno tenemos los votos suficientes para bloquear esta reforma Constitucional, lo que más conviene es concluir esta votación el día de hoy”, prosiguió.
El regreso del proyecto de decreto a comisiones fue tomado como un triunfo para las bancadas de oposición, pero lo mismo dijo Morena, para discutir más la estancia de la Guardia Nacional en tareas de seguridad hasta 2028.
En 10 días deberá volver el dictamen al pleno del Senado.
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