Morena le arrebata Veracruz a los Yunes
El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares salió de Palacio de gobierno en su camioneta pasada la media noche, encogido de hombros, en la fue su noche más larga

El gobernador Miguel Ángel Yunes salió por la puerta de atrás de Palacio. Esto no tendría ningún significado en cualquier otra noche; pero la noche del 1 de julio representó el fin de 30 años de carrera política y la derrota de un proyecto que sólo duró 18 meses. Morena no le ganó en las urnas a la alianza PAN-PRD-MC, le ganó a la familia Yunes. Yunes Linares salió en su camioneta a las 12 y 43 minutos de la noche de su oficina. Encogido de hombros, el gobernador levantó el rostro y, al escuchar a los simpatizantes que esperaron su paso en el vehículo oficial dibujó una sonrisa en el rostro que más que sonrisa, parecía una mueca. “Eeeeeeeeeh…¡Sí se pudo. Sí se pudo!”, le gritaron desde ambas aceras de la avenida Zaragoza en Xalapa. El fantasma de la derrota volvió a visitar al veracruzano. Las oficinas donde celebró el triunfo en el 2016, fueron abandonadas. Para Miguel Ángel Yunes fue la noche más larga.
La derrota del 97
Durante el salinismo, y en la gubernatura de Patricio Chirinos (1994-2000), Miguel Ángel Yunes Linares era uno de los priistas veracruzanos con mayor futuro. Sin embargo, en la ambición de suceder a su jefe, solicitó integrarse como dirigente estatal del PRI para la elección intermedia.
Yunes creyó que podía manejar a la oposición, amenazarla, coaccionarla. Él sabe negociar, pero no cumplir (…) sucedió exactamente como pasó esta elección, todos le dijeron que sí, pero al momento lo traicionaron”, relata un ex operador político que colaboró con el gobernador veracruzano por 15 años.
En esa elección Yunes iba a perder el 75% de los 210 municipios del estado. Sólo perdió 107, pero ante ese resultado su aspiración para ser candidato a gobernador se perdió.
En la noche estaba fúrico, enojado, y se desquitó con quien pudo. En Veracruz llegó al PRI municipal y aventaba las sillas contra las paredes, encabronado, dio una conferencia de prensa histórica. Anunció su salida y acusó a Fidel Herrera y al ex diputado federal Jorge Uscanga de haber traicionado al partido”.
Las negociaciones en el estado llevaron a Miguel Alemán hijo a ser el abanderado estatal y Yunes comenzó a construir su oposición contra el priismo al que perteneció.
“Yo voté por Heberto Castillo”
Los morenos comenzaron a cantar el Himno Nacional a las doce de la noche. Esperaban a su candidato que llegaría para celebrar. Mientras un grupo de tres mujeres y un hombre mayor sacó una bandera doblada, amarillenta por el paso del tiempo, y la desdobló. Eduardo Rodríguez Fernández, llegó con sus tres hijas, “para celebrar el triunfo de Obrador y de Cuitláhua”. La celebración fue un bálsamo para las corrientes de izquierda casi invisibles en el estado de Veracruz y que sólo tuvieron notoriedad con la candidatura de Heberto Castillo en 1992.
Yo voté por Heberto Castillo. Fundamos, con otros compañeros, el partido Mexicano de los Trabajadores en el 73, logramos un registro en el 74 y luego nos juntamos con el Partido Mexicano Socialista. Otros compañeros y yo fundamos una asociación que se llama Actitud Cívica Republicana (…) Estamos felices, esperamos que no nos falle”, dijo.
La gente sacó las caretas de Obrador, los “pejeluches”, las banderas de Morena y la mexicana. Comenzó una ligera llovizna en Xalapa que no ahuyentó a ninguno de los celebrantes. Tres cuadras abajo, la sede del Partido Acción Nacional lucía vacía. Muy distinto a dos años atrás, los albicelestes abandonaron su partido. En Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez esperaba los resultados del PREP.
Esperaremos a que el OPLE realice el computo definitivo de las actas, reiterando mi compromiso de respetar los resultados oficiales, sean cuales sean”, dijo en un comunicado.
En el lobby del Hotel Holiday Inn de Boca del Río los ánimos no eran mejores. Las encuestas de salida de todos los medios, excepto dos, Massive Caller y Votia, le daban el triunfo a Morena. A las once de la noche, el salón rentado por el Frente se había vaciado y las pantallas con la leyenda “Gracias, ya ganamos” se quedaron prendidas sin espectadores. Sin embargo, Yunes Márquez logró obtener más apoyo que lo que obtuvo su padre. En 2016, la alianza PAN–PRD alcanzó un millón 54 mil votos; hasta las diez de la mañana “ChiquiYunes” reunía un millón 143 mil votos. Pero las campañas federales influyeron en Veracruz. Mientras Cuitláhuac tuvo un candidato presidencial que le sumaba votos; los Yunes trabajaron contra los escándalos de Anaya por corrupción y lavado de dinero. La gente depositó su confianza en un proyecto nacional que fue ratificado en las urnas. El estado entró en un periodo de reflexión y mutis, pero el silencio de la familia Yunes durará tan pronto inicie el nuevo periodo político en Veracruz.