Seis de los aspirantes de Morena a la candidatura presidencial que faltaban por registrarse para contender en el proceso interno “desfilaron” hoy en un hotel ubicado sobre Avenida Revolución, en la alcaldía Miguel Hidalgo. Todo fue risas, apretones de manos y abrazos. Buena vibra. Hasta que la tendencia se rompió, cuando la última de las “corcholatas” llegó, en palabras de Mario Delgado, sin invitación.
El primero en arribar para registrarse fue Manuel Velasco. La “corcholata” del Verde acudió en compañía de sus dos hijos y Karen Castrejón, dirigente de dicho partido, para formalizar su registro.
Su discurso lo dirigió a la unidad y la fraternidad, a buscar el lugar en la boleta con base en propuestas y no en las descalificaciones. Aprovechó la ocasión para citar el himno a Chiapas (estado del cual ya fue gobernador) y pedir dejar de lado la venganza y el rencor.
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Le siguió el también senador con licencia Ricardo Monreal. El zacatecano dijo aceptar con entusiasmo y alegría la invitación para ser Coordinador Nacional de Defensa de la Cuarta Transformación, cargo lanzado este año con miras a las elecciones de 2024 y el cual también ostentarán Ebrard, Adán Augusto (quien no asistió y envió al diputado Leonel Godoy como representante para hacer el registro) y Sheinbaum.
“Del rancho Puebla del Palmar a Palacio Nacional”, externó Monreal para destacar la posibilidad de ser el sucesor del presidente López Obrador. En este sentido, remarcó que es “un hijo de campesino” que apuesta por la unidad morenista.
Gerardo Fernández Noroña también arribó al hotel en Avenida Revolución. Fiel a su estilo, el petista ironizó sobre las palabras de Delgado, quien se refirió a Morena y el PT como “partidos hermanos”. “Caín y Abel eran hermanos, entonces no es fácil”, refirió el diputado con licencia para dejar nuevamente de manifiesto sus formas.
Pese a ello, Noroña aseguró estar a favor de la unidad y de la continuidad del movimiento liderado por el presidente, con quien tuvo sus desencuentros al asegurar que se le “borró” por momentos de la lista de “corcholatas”.
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El momento cenit del día fue el registro de Sheinbaum. Señalada como la favorita, en las encuestas y la mente de López Obrador, arribó al Courtyard Marriott ante el tumulto de seguidores y reporteros que opacó el disturbio que hicieron las anteriores apariciones.
Tras completar su registro y leer la carta compromiso, como hicieron cada una de las “corcholatas”, la exjefa de Gobierno se dijo “presta para la encuesta” y advirtió que planea dar continuidad a la 4T pero con “sello propio”.
Para finalizar su participación, Shienbaum hizo referencia al “tiempo de las mujeres”, referencia que, minutos más tarde, le valió una crítica por parte de Yeidckol Polevnsky, quien la señaló por falta de congruencia al no apoyarla para ser incluida en la lista de aspirantes.
En este sentido, y ante la maniobra que Mario Delgado hizo al salir por una puerta distinta a la que ella esperaba ser recibida, la diputada con licencia advirtió que se trata de algo “insultante, aberrante”. Pero su reclamo no cesó ahí. Aseveró que estas prácticas son “fascistas”, características en otros partidos, no en Morena. Por lo que hizo un llamado para retomar la esencia del partido guinda, del cual, recordó, es una de las fundadoras.
De esta forma concluyó el registro de “corcholatas”. Cuatro de Morena, una del verde y otra del PT. Porque la alianza que en 2018 abanderó López Obrador para ser presidente repetirá seis años después. Aunque algo, quedó claro: la armonía de cuando se es oposición puede fracturarse cuando se es poder.
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Yeidckol levanta la mano y pide la sumen a la lista de “corcholatas”