Cancelar subasta a largo plazo de cobertura eléctrica por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) genera incertidumbre sobre la participación de iniciativa privada en el sector, señala un reporte de la calificadora Moody’s Investors Service.
Con esta decisión, agrega, también renuncia a comprar energía renovable a los precios más baratos en el mundo
“La cancelación de la subasta es negativa para el sector eléctrico de México porque plantea dudas sobre el compromiso de México con la inversión en energías renovables y genera dudas sobre el futuro del financiamiento privado para nuevos proyectos energéticos”, escribieron en un reporte Adrián Garza y Brad Tyson, expertos del sector en la evaluadora de riesgo crediticio.
El 31 de enero, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) anunció la cancelación de la cuarta subasta de energía renovable después de que junto con la Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pospusieran la subasta en diciembre para revisar el proceso iniciado en la administración de Enrique Peña Nieto.
El Cenace es un organismo público descentralizado que tiene el control operativo del Sistema Eléctrico Nacional (SEN); la operación del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y garantiza la imparcialidad en el acceso a la Red Nacional de Transmisión (RNT) y a las Redes Generales de Distribución (RGD).
Según la calificadora, la cancelación de la subasta coincide con el plan de la nueva administración para aumentar su dependencia de la generación de energía eléctrica convencional, incluido el gas natural extraído localmente y la energía hidroeléctrica.
Según el reporte de Moody’s, los precios en las tres primeras subastas de energía renovable “fueron algunos de los más baratos del mundo”. Además de que la inversión privada, agregó estabilidad a la red eléctrica de México.
“La cancelación de la cuarta subasta y la posible pérdida de contratos de energía adicionales de bajo costo pueden tener repercusiones tanto en la red como en CFE, ya que las plantas más antiguas y menos eficientes permanecen en línea, lo que afecta la curva de despacho eléctrico en México”, menciona.
El hecho de que la nueva administración se aleje de las energías renovables y busque la reducción de las importaciones de gas natural barato de Estados Unidos, generan dudas sobre la política energética de México. Esto es negativo porque el aumento de la producción nacional requiere de inversiones significativas en la producción asociada de gas y petróleo crudo.
Por separado, uno de los integrantes de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Guillermo Pineda, comentó en su cuenta de Twitter: “La cancelación de la cuarta subasta eléctrica de largo plazo y las dos licitaciones de transmisión anunciadas nos ponen en un gran riesgo de que en el (futuro) verano no haya suficiente energía eléctrica y suframos de apagones que no solo causan molestia sino pérdidas económicas considerables”.EM