Las manifestaciones por el Día Internacional de las Mujeres trascendieron hasta las redes sociales, donde cientos de usuarios aprovecharon el anonimato de internet para escribir mensajes de odio en contra del movimiento feminista o de las peticiones de justicia que las mujeres colocaron en estas plataformas.
Un mapa elaborado por el Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (CentroGEO) y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) muestra que los estados del norte del país tuvieron una mayor concentración de mensajes en Twitter con palabras misóginas durante un año.
Sonora, Nuevo León y Tamaulipas tienen los mayores porcentajes de la frontera norte, con más de 13% de mensajes violentos hacia las mujeres durante el periodo analizado, pero otras entidades como Chihuahua o Coahuila sólo quedaron un punto por debajo de la clasificación más grave dentro de este estudio.
Para poder hacer este estudio, los investigadores entrenaron un algoritmo capaz de detectar no sólo las palabras misóginas, también el contexto en que eran utilizadas para así analizar de manera completa más de 146 mil mensajes en Twitter y así conocer cuántos de estos tenían contenido violento hacia las mujeres.
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De hecho, este grupo creó una aplicación para que usuarios pudieran ayudar al algoritmo a entender mejor el contexto de cada mensaje analizado, de tal forma que algunos tweets con palabras que pudieran ser ofensivas, pero estuvieran en otra connotación, no fueran contabilizadas como misóginos.
En cuanto a las palabras más usadas para violentar a las mujeres en esta plataforma destacan algunas como “loca, zorra, puta o vieja”, además de comentarios de índole sexual o feminicida, y aunque esta tendencia disminuye en los estados del centro y sur del país, la retórica machista de los mensajes es similar en todo México.
Ante el abuso en redes sociales, las usuarias han optado por ocultar sus perfiles o limitar sus acciones en estas plataformas. La plataforma Hoaxy muestra que etiquetas como “feminazi” tuvieron un repunte importante en los días previos al 8 de marzo, mientras que otros analistas de datos sociales han apuntado a la violencia digital que se dispara antes y durante las protestas feministas en el país.
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