La singular triplicidad del reportero Roberto Rock

18 de Diciembre de 2024

Rogelio Hernández López
Rogelio Hernández López

La singular triplicidad del reportero Roberto Rock

rogelio hernandez

Hace días busqué al reportero Roberto Rock para dos asuntos. Antes le comenté que estaba circulando nuevamente en la Web aquella entrevista que le hicieron en 2017 sobre historias de periodistas y de sí mismo. Primero, le pedí datos para confirmar una tercera actividad suya que pocos conocen: es promotor para protección a periodistas en el grupo de empresas de prensa Alianza de Medios Mx.

– Voy a escribir una estampas tuyas que yo he testificado—le dije a Rock. Pero, le percibí un temorcillo a ser expuesto públicamente. Quien quiera criticarlo correctamente tendrá que ponderar su trayectoria de 45 años en el periodismo y cómo realiza tres actividades profesionales que lo hacen singular como pocos.

Una tarea es para protección al periodismo y los periodistas desde hace diez años. Las otras dos funciones son las de propietario, desde 2008, del exitoso medio nativo digital de información política, La Silla Rota (en junio de 2022 Comscore lo ubicó en el tercer lugar de volumen de usuarios) y, además, desde septiembre de 2021 regresó por tercera vez como alto directivo de El Universal, ahora como Director Ejecutivo Adjunto. Es altamente profesional y como persona es sincero y confiable. Va un ejemplo.

El reportero circunspecto

A fines de 1982 en una charla personal le comenté a Arnoldo Martínez Verdugo que si había registrado que en su campaña como candidato a la presidencia de la República por el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) solo tres personas que estuvieron en ella de principio a fin. --¿Quiénes, mano? – preguntó intrigado.

Le dije -- el reportero de El Universal, Roberto Rock Lechón; el reportero de Excélsior Rogelio Hernández López…

– y la tercera? – inquirió Arnoldo.

– Pues, tu, el candidato – respondí y la arranqué una carcajada.

Desde 1981 Arnoldo como candidato, Roberto y yo como reporteros recorrimos 38 mil kilómetros, estuvimos en 202 municipios y poblados, en 311 actos públicos (167 mítines, 65 comidas populares, visitas a 10 penales con prisioneros políticos. También en marchas, foros, encuentros y ofrendas florales hasta el cierre de esa campaña en la plaza de la Constitución.

En cada actividad del candidato, el reportero de Excélsior se metía incluso a los semiprivadas, hacía apuntes acuciosamente en tarjetas y tomaba fotografías. El reportero de El Universal, Rock, también lo hacía, aunque con menos intensidad.

El trato durante meses estimula para perfilar la personalidad de las personas. Roberto parecía muy formal, de hablar preciso, sin altisonancias, de movimientos corporales educados, circunspecto, pues. Pero en confianza hacía bromas sarcásticas y muy punzantes, pero con tono y cara de seriedad. Eso lo padecían varios periodistas que viajaban con nosotros en El Machete, el autobús que el PSUM destinó para los tunde máquinas). Por todo eso yo le bromeaba que, por su figura alta, pelo rojizo, actitud casi flemática, su tendencia a la ironía fina y por sus apellidos (Rock Lechón), era el primer minero inglés nacido en México.

A la mitad de esa campaña Sabino Hernández, coordinador general y el exmilitante del Partido Popular Socialista, Manuel Stephens comenzaron a circular un corrillo entre los equipos de activistas: que Rogelio Hernández, quien todo anotaba, seguramente informaba a Gobernación.

Roberto se percató, increpo a los murmuradores, pero también quiso verificar y preguntó a su colega por qué apuntaba hasta minucias.

Le respondí: --Yo estuve en el PCM, conozco a las izquierdas políticas. Quiero hacer un libro de la primera campaña legal a la presidencia de los comunistas porque es algo histórico.

– Yo quiero participar – dijo Rock sinceramente interesado. Pero yo intuí que lo hacía también para que los demás operadores de la campaña supieran que se haría un libro y así quitarle el estigma de agente de gobernación a su colega.

Inmediatamente después de las elecciones Roberto y Rogelio iniciaron la redacción de 354 páginas de un tomo testimonial de dos reporteros que se llamó Zócalo Rojo y salió a la venta en el mismo 1982. Tuvo una reimpresión. Ese libro, por cierto, estará pronto en versión digital después de 40 años, según el sitio web de Océano.

Hechura de un medio

Roberto Rock en esa campaña cumplía unos tres años de haber ingresado a El Universal, primero como corrector de estilo, luego como reportero. Allí se percataron que tenía iniciativa, solvencia profesional para varias tareas simultáneas y esa singular circunspección. Después del libro fue designado como coordinador fundador de la agencia de noticias y luego fundador de la sección de noticias de los estados.

A diferencia de la mayoría de periodistas profesionales de su generación, Rock se desarrolló en un solo medio, pero en prácticamente en todas las posiciones.

El 7 de julio, hace unos días, los alumnos de Periodismo de la Agencia Informativa UDEM hicieron una sinopsis de su trayectoria. Supieron que nació en la Ciudad de México en 1956, pero ellos tampoco pudieron averiguar el día y mes. Esta es la ficha curricular que lograron:

1978.- Licenciado en periodismo por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ingresó a El Universal.

1981-1982.- Hizo la cobertura de la campaña de Martínez Verdugo y es coautor del libro Zócalo Rojo.

1986.- Fundó la agencia de Noticias El Universal.

1987 - Creó y editó la sección Estados en El Universal. Inició la columna Política y República y fue enviado especial a Estados Unidos, Medio Oriente y Europa.

1990.- Becado por Ford Foundation y la Fundación Miguel Alemán A.C. en Washington, D.C., donde participó en The Baltimore Sun.

1991.- Subdirector editorial de El Universal.

1996.- Director editorial de El Universal.

2001.- Promotor del Grupo Oaxaca y de la Ley de Acceso de la Información Publica en México

2002-2003.- Director editorial de El Universal Gráfico. Coautor del libro Comunicación y transparencia de los poderes del estado, junto a Juan Francisco Escobedo.

2007.- Vicepresidente de El Universal.

2008.- Inicia la construcción del grupo La Silla Rota, sitio informativo multimedia

2009.- Vicepresidente de la Comisión Contra la Impunidad de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). - Escribió el libro Los Intocables.

2021 (septiembre) .- Regresó a El Universal como Director Ejecutivo Adjunto.

Defensor de periodistas

El 14 de julio, la pregunté para confirmar, lo que ya algunos sabíamos, que aparte de sus responsabilidades en La Silla Rota y en El Universal, su tercera función trascendente es en una coalición de empresas mexicanas de prensa para la defensa de periodistas.

Roberto confirmó: “Sí. Soy fundador y promotor de la Alianza de Medios Mx. No tengo ningún cargo directivo, aunque apoyo en varios frentes de trabajo”.

Desde 2009, Roberto Rock y María Idalia la reportera-editora de Eje Central activan la defensa del periodismo y de periodistas mexicanos en la SIP. Ambos son reporteros de formación y también son de los pocos que supieron empujar para que empresas de prensa mexicanas aceptaran formar ese primer grupo para la protección a periodistas y contra la impunidad en agresiones. Un frente así no se había integrado durante décadas porque no habían querido o podido los empresarios .

Rock repite en 2022 que es un obrero de la tecla como afirmaba desde 1981 cuando le conocí. Igual continúa con su estilo flemático y sarcástico y también defendiendo aquel principio, con el que coincidimos, desde entonces, sobre la esencia de un periodista profesional:

“El periodista debe generar, llamar a la reflexión y al debate dando siempre la mejor y la más puntual información.”

En el intercambio de preguntas y respuestas de hace unos días ya no pude exponerle a Rock la segunda pregunta. Quería yo saber si aceptaría participar en un grupo focal de periodistas serios, de alta credibilidad, conocedores y experimentados en los problemas y entretelas de nuestra profesión. Ese grupo sería para debatir, entre pares, los alcances que debe tener una ley general de prevención y protección a periodistas. Mirada de reportero.