La red de medios públicos ya es la más grande y comienza a equilibrar la fuerza de los mercantiles

26 de Diciembre de 2024

Rogelio Hernández López
Rogelio Hernández López

La red de medios públicos ya es la más grande y comienza a equilibrar la fuerza de los mercantiles

rogelio hernandez

Pocas personas se enteraron de lo que anunció el presidente de la Red México de medios públicos, Fernando Luis Sánchez Mejorada y Rojas el 27 de junio en el World Trade Center: dijo que ya son más de 600 las frecuencias de radio y televisión con una audiencia potencial de 92 millones de televidentes y radioescuchas en las 32 entidades. Y todos, presumió, constituyen la primera red de radiodifusión en importancia a nivel nacional; “estamos viviendo el despertar de los medios públicos”.

Esa información es trascendente porque significa que tuvieron que pasar 30 años para que el Estado Mexicano pudiera contar con una cantidad tal de medios públicos de difusión electrónica que le confieren capacidad para defenderse, o al menos, comenzar a equilibrar la todavía enorme influencia de los medios privados en el sistema de comunicación social de México.

Se cuentan tres décadas porque coincidentemente fue también un mes de julio, pero de 1993, cuando el gobierno de Carlos Salinas de Gortari subastó los canales nacionales 7 y 13 y una amplia red de repetidoras para dejar al Estado sin esa poderosa capacidad electrónica de comunicarse con la población. Se quedó indefenso.

La Red México

El Consejo Directivo de la Red México para el bienio 2022 2024 fue electo el 27 de mayo. Su presidente es Fernando Sánchez Mejorada. En su sitio web se informa que es una Asociación Civil de nombre formal Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México, que “cuenta con 82 afiliados, de los cuales 64 son sistemas de Radio y Televisión Públicos gubernamentales, de instituciones educativas y culturales, así como de la sociedad civil, 8 socios Adherentes y 2 eventuales”.

“La suma de las frecuencias de radio y televisión de estos sistemas es de más de 600, a lo largo y ancho del territorio mexicano. Su penetración regional es tan amplia que en conjunto cubren una audiencia potencial de 92 millones de televidentes y radioescuchas, en 32 entidades federativas”.

En su discurso del 27 de junio reciente Sánchez Mejorada resaltó que con todo se ha constituido como la primera red de radiodifusión en importancia a nivel nacional (subrayado de RHL).

Refirió que el desarrollo y presencia de los medios públicos han causado una oleada de críticas, que difunden principalmente los medios convencionales, como no lo hacían antes:

“Últimamente –dijo-- algunos analistas políticos por diferentes medios comerciales y hasta algunos actores políticos han estado atacando a los medios públicos, priva mucha desinformación sobre lo que son los medios públicos y el papel que juegan en el desarrollo de la sociedad, sobre todo en estos momentos de cambio y de disputa política.

“Por distintas vías, se escuchan versiones de cólera, que hablan de lo que NO somos: que cada vez vamos más en retroceso, que somos la voz de nuestros gobernantes; para unos que los medios públicos se habían derechizado, para otros que cada vez estaban más a la izquierda; que representamos una carga para los estados; que no somos rentables.

“En fin, queda claro que dichos opinantes ni nos ven, ni nos oyen ni saben lo que hacemos y lo que somos, nos tasan a todos por igual, sin darse cuenta de que en sí somos plurales y diversos. Simplemente lo utilizan como un motivo más para descalificar.

“Por eso nuestra responsabilidad como medios públicos es dar a conocer, el cambio radical en nuestras programaciones, el aumento de calidad en nuestras producciones. Resaltar que generamos contenidos que respetan Derechos Humanos, hablamos con equidad de género, mostramos la diversidad y pluralidad de nuestro país, damos cabida a todas y todos los grupos que no tienen voz y, eso está claro, que es una virtud.

“Nuestros sistemas no pueden estar al margen de los acontecimientos. Sin embargo, el asunto no es tomar partido, menos aún politizar nuestra función, sino servir a la sociedad, ser voz e imagen de ella, expresar lo que son y piensan los mexicanos, no los políticos y menos los grupos de poder.”

La velocidad del SPR

De todos los afiliados a la Red México, el Sistema de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR) es el tejido de medios públicos que más ha crecido en los últimos dos años con 30 nuevas señales:

El 24 de junio de 2021 el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) le otorgó 24 concesiones para prestar servicio de televisión en 15 estados de la República y apenas el 26 de abril de este 2023 recibió del IFT otros seis nuevos títulos de concesión de televisión radiodifundida digital.

De todos los medios públicos tan solo el SPR ya cuenta con 67 frecuencias de televisión radiodifundida digital y 11 frecuencias de radiodifusión sonora en FM. Su cobertura alcanza ya 29 estados de la República con una población que supera al 71 por ciento del total.

Del despliegue alcanzado en los años recientes por los canales de televisión abierta del SPR (11, 14, 22 y sus repetidoras en la República) destaca el canal cultural 22, porque el 14 de junio de 2023 fue declarado por quinta vez consecutiva como uno de los medios más confiables del país por el Instituto Reuters de la Universidad de Oxford de Inglaterra.

Se ha difundido que los canales 11 y 14 han registrado alzas constantes en el número de televidentes asiduos pero no se conocen informes pormenorizados.

Lo que deben ser

Uno de los investigadores de la Comunicación Social en México más constantes e influyentes es Javier Esteinou Madrid. En diciembre de 2021 la Universidad Veracruzana publicó su ensayo “Los medios de comunicación públicos en la Cuarta Transformación” y al argumentar sobre la necesidad del Estado de contar con estos, escribió que también deben ser factor de equilibrio para la gobernabilidad.

“Los verdaderos medios de servicio público –asegura el académico-- deben reflejar la energía de toda una nación y desempeñar un papel estratégico en el desarrollo de la sociedad. Por lo tanto, hay que protegerlos legislativamente y brindarles todos los apoyos con el fin de que puedan ejercer sus funciones estructurales de Estado en el seno de las comunidades.

“También se debe apoyar financieramente a los medios de comunicación de servicio público, dadas sus contribuciones culturales al proceso de formación de ciudadanía, al respeto por el Estado, a la formación de la identidad nacional, a la gobernabilidad de la república y a la existencia colectiva … así como el Estado financia la existencia y la operación del Instituto Nacional Electoral (INE), de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), del Tribunal Federal Electoral (TRIFE), del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CNPD), del Programa Nacional Alimentario (PNA), etc.

“Financiar a estos medios de difusión de servicio público no es producir un daño patrimonial a la nación, como argumentan los sectores tecnocráticos, los grupos comerciales de la comunicación monopólica o algunos sectores políticos que impulsan el proyecto de desarrollo neoliberal salvaje cuando se reflexiona sobre la existencia de estos.

“ Todo lo contrario: es lograr un gran ahorro para el Estado y para la sociedad en cuanto a que estas son instituciones que pueden crear una conciencia para la solución de los grandes problemas locales, regionales y federales.

“No es un gasto, sino una inversión para mantener la paz, intensificar la participación comunitaria, reforzar la formación de la ciudadanía, fortalecer la pluriculturalidad, respetar las libertades de información, crear equilibrios en la expresión colectiva, resguardar la gobernabilidad, etc.

“No contar con la intervención de auténticos medios de comunicación de servicio público en la dinámica funcional de la sociedad mexicana es semejante a no contar con medicina, electricidad, calles, alumbrado, agua, jardines, caminos, petróleo, educación, espacio aéreo, entre otros.

“Entregar toda la operación básica del funcionamiento de la estructura comunitaria a la dinámica mercantil de la autorregulación social de mercado no es otra cosa que la autorización oficial de reinado de la ley darwinista salvaje: la preeminencia del más fuerte sobre el más débil.”

El ensayo de Esteinou se encuentra en aquí.

Sobre la capacidad recuperada del Estado para comunicarse con la ciudadanía y defenderse de los medios privados beligerantes, Jenaro Villamil, presidente del SPR aseguró en el mes de Abril en la ciudad de Puebla, que ya se puede hablar de un nuevo modelo de comunicación en México que ha priorizado las audiencias y que los medios tradicionales ya no son fundamentales para que el mensaje llegue a quienes no eran atendidos. Mirada de reportero.

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