El Día Cero se acerca: Sequía de soluciones, desborde de incapacidad

22 de Febrero de 2025

Juan Pablo Beltrán
Juan Pablo Beltrán

El Día Cero se acerca: Sequía de soluciones, desborde de incapacidad

Juan Pablo Beltrán-

Estamos viviendo una situación crítica en todo el país, especialmente en el Valle de México. El suministro de agua potable ha alcanzado niveles alarmantes, la explotación desmedida de los acuíferos de la CDMX a lo largo de los años ha dejado graves secuelas y el problema sigue más vigente que nunca, ya que desde principios de este año más de 200 barrios y colonias han sufrido cortes o incluso la total ausencia de agua corriente. Esta crisis hídrica en la capital mexicana es una de las peores en su historia, resulta paradójica considerando que hace cinco siglos estaba rodeada de lagos. Sin embargo, el lago fue desecado y los ríos fueron enterrados para permitir la expansión urbana. Hoy, con más de nueve millones de habitantes solo en la ciudad y 20 millones en el área metropolitana, enfrentamos una escasez sin precedentes. Según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), se pronostica que para el próximo 26 de junio el sistema Cutzamala, principal fuente de abastecimiento de agua para la región, quedará completamente seco, lo que provocará una situación crítica en el Valle de México.

Expertos predicen un colapso histórico para este 2024, exacerbando la escasez de agua en la región, a pesar de la gravedad de la situación, el gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Martí Batres, ha rechazado categóricamente la posibilidad de un “Día Cero”, tachándolo de una “falsedad” propagada por la oposición con fines políticos. Sin embargo, la realidad de la escasez de agua es innegable, y requiere de acciones urgentes y efectivas para su abordaje. Habrá que recordarle al mandatario capitalino que la izquierda lleva gobernando los últimos 25 años la CDMX, años en los que el mantenimiento y reparaciones del sistema hídrico no han sido ejecutados por negligencia y corrupción.

La crisis del agua en la Ciudad de México es una emergencia silenciosa que requiere atención inmediata. La solución al problema no radica únicamente en aumentar la extracción de los acuíferos, sino en abordar las causas subyacentes que están afectando la calidad del agua y reduciendo las precipitaciones. Esto implica combatir los delitos ambientales, como la tala clandestina, la contaminación, así como realizar un mantenimiento adecuado de la infraestructura hídrica, algo que los gobiernos de la ciudad han descuidado durante décadas debido a la corrupción y la negligencia.

Esta crisis hídrica refleja no solo la falta de políticas ambientales efectivas, sino también la responsabilidad directa del Gobierno Federal y de la CDMX sobre el daño causado al medio ambiente. Las autoridades de la Ciudad de México y del Estado de México no aplican normativas cruciales para el pretratamiento de aguas residuales industriales y comerciales, lo que resulta en una mayor concentración de contaminantes y dificulta la financiación para el tratamiento del agua residual. La falta de inversión en tratamientos de aguas residuales impide la reutilización de agua para usos industriales o riego de áreas verdes, lo que a su vez no libera volúmenes de agua potable necesarios para la población. Además, la falta de captación sistemática de agua de lluvia en el Valle de México conduce a su contaminación al mezclarse con drenajes, desperdiciando así una fuente potencialmente potable. Para abordar la escasez de agua potable en la región, es fundamental implementar un sistema integral de tratamiento natural de aguas residuales. Por último, el deterioro y desmantelamiento de las entidades ambientales ha llevado a una drástica reducción en su financiamiento, lo que agrava aún más la situación ambiental en la zona.

La sobreexplotación de los acuíferos, las fugas en la red de distribución, los recortes presupuestales, la falta de mantenimiento de las presas, la erosión del suelo y la contaminación del agua subterránea son solo algunas de las consecuencias de décadas de políticas negligentes. El futuro de la Ciudad de México y de sus habitantes depende de la capacidad de nuestras autoridades para asumir su responsabilidad y tomar medidas contundentes para proteger nuestro medio ambiente. No podemos permitir que la historia de negligencia y corrupción se repita; es hora de actuar con determinación y compromiso para revertir esta crisis hídrica y garantizar el acceso equitativo al agua para todos los ciudadanos. ¡El agua es un derecho humano!

Únete a nuestro canal de WhatsApp para mantenerte informado al estilo de EjeCentral.