En una nueva exigencia de justicia a dos meses de los asesinatos de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora, y del guía de turistas, Pedro Palma, en Urique, Chihuahua, la Compañía de Jesús advirtió que la militarización de la seguridad pública no resolverá la situación de violencia en el país.
A través de un comunicado, la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús reclamó que no han obtenido justicia por esos crímenes por lo que llamaron a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que las investigaciones judiciales sobre los hechos ocurridos en zona rarámuri de la sierra Tarahumara “no se pierdan en los laberintos de la impunidad”.
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También lanzaron una crítica respecto a la propuesta del Presidente para que la Secretaría de la Defensa Nacional asuma el control total de la Guardia Nacional, señalando que el modelo de seguridad a nivel nacional debe ser revisado.
“La violencia que vivimos no se resuelve con estrategias que implican la ampliación de las capacidades del ejército, como quedó demostrado en la historia. La militarización no es la respuesta, es un paliativo que pone en riesgo la paz”, señalan.
Aunado al señalamiento de que “sin justicia no habrá reconciliación en la zona rarámuri”, las universidades y la red de colegios asociados a la Compañía de Jesús refirieron que los hechos violentos “lejos de ser aislados, forman parte de un contexto de violencias, dolor y sufrimiento en muchas partes del país, que nos llama de manera urgente a participar en la construcción de la seguridad, la justicia, la paz y la reconciliación comunitaria”.
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