Militares atrapados entre las controversias de AMLO

En su deseo de que la Guardia Nacional quede sí o sí a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el presidente Andrés Manuel López Obrador “pretende pasar por alto al poder legislativo” y colocar a los militares como carne de cañón frente a las incesantes críticas por la estrategia de seguridad.

Juan Ibarrola, escribe en su columna de Milenio ¡El Ejército, al patíbulo!, en alusión a esta manera de manejar el tema de la GN por parte del presidente, lo cual lo vuelve no solo un tema de carácter de seguridad, también en uno político, con alcances legislativos y judiciales.

Legislativo, porque para blindar el pase de la GN a la Sedena, el presidente pretende firmar un acuerdo: “lo que quiero es que quede establecido constitucionalmente para que no le den marcha atrás”, es decir, que independientemente de lo que digan los legisladores, se concrete su militarización.

Político, porque Obrador maneja el tema de la seguridad del país y la presencia militar en las calles como si se tratara de una promesa de campaña y de paso pide a sus opositores no “politizar” la seguridad de los mexicanos, “aunque él lo hace sin recato”, cuestiona el periodista.

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Bajo el argumento de actuar con rapidez ante la insuficiencia de la seguridad pública en los estados y sustentado en la aprobación de la GN entre más del 75 por ciento de la población, Obrador impulsa la intención de tener al ejército en las calles más allá de 2024.

“Imagínense lo de anoche, ¿qué hace la policía municipal en Juárez si no interviene el Ejército para detener a los responsables de estos crímenes? Entonces, se necesitan”.

Judicial, porque se pasarían por alto los artículos 21 y 129 de la Constitución, en donde se establece que “las fuerzas militares no pueden realizar funciones que excedan la disciplina militar en tiempos de paz”, por ende, la GN debe mantener su carácter civil.

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Es por este manejo del tema de la GN por parte del Presidente que el columnista considera que son los militares quienes “quedan atrapados en medio de la controversia”.

Y es que al hablar de seguridad en el país, la conversación gira en torno a las fuerzas armadas y, por lo menos en la última semana, a la militarización de la GN, como si ellos fueran los únicos responsables de la seguridad pública.

Dónde quedan - cuestiona Juan Ibarrola - los magistrados, jueces, ministerios públicos, policías municipales y estatales. Dónde queda el papel de los gobernadores de Jalisco, Baja California, Chihuahua, Guanajuato, Guerrero, Michoacán y demás entidades bajo el fuego del crimen.

“El poder militar es aceptado con confianza y agrado por la gente; el gran pueblo no se cuestiona a dónde debe pertenecer la GN”, menciona Ibarrola, pero tampoco está en sus manos dimensionar su alcance y mucho menos la decisión final.

De lo que sí son responsables son de los hechos violentos, se les culpa por la inseguridad. “Ya que de responsabilizar a las autoridades de seguridad pública, ¡nada!, concluye el columnista. EJ

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