Militares, a un tris de tener más plazas que el IMSS
A punto de que las Fuerzas Armadas se conviertan en la institución con más personal en toda la administración pública, organizaciones sociales alertan sobre la pérdida de derechos ciudadanos y la merma de la autoridad civil
En medio de una ola de críticas en contra de la militarización de la administración pública federal, las Fuerzas Armadas se enfilan a ser la institución con más personal en todo el gobierno.
Para este año, la Secretaría de Hacienda autorizó 459 mil 403 plazas para la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Guardia Nacional (GN).
Con este volumen de personal, las instituciones armadas están muy cerca de alcanzar al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dependencia que tradicionalmente ha tenido la nómina más grande en el país y que para este año reportó 461 mil 133 plazas, advierte una investigación de la organización civil Intersecta, de la cual ejecentral obtuvo un adelanto.
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“Esa cantidad de plazas supera, y por mucho, a la de otras instituciones, como la Secretaría de Educación Pública (199 mil 571) o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (116 mil 530), que son, respectivamente, el tercer y cuarto lugar con más plazas”, señala el estudio de la organización, que se ha opuesto al aumento funciones y presupuesto a las Fuerzas Armadas.
Para Lisa Sánchez, directora general de México Unido Contra la Delincuencia —organización que también ha documentado la paulatina transferencia de funciones de seguridad pública, medio ambiente, aduanales, de infraestructura, migratorias y de salud a los cuerpos armados— la militarización de la administración pública es motivo de alarma.
Argumentó que el fenómeno no sólo debilita el servicio civil de carrera y la profesionalización de la burocracia, sino que trastoca el equilibrio cívico-militar que le ha dado viabilidad a la democracia mexicana.
“A más funciones, presupuesto, control y poder de decisión de los militares frente al poder civil, más frágil se vuelve nuestra democracia”, dijo Sánchez en entrevista con ejecentral.
“Los militares no están sujetos a las mismas reglas de transparencia y rendición de cuentas que los civiles; si bien no escapan totalmente de la jurisdicción civil, tienen sus propios tribunales, pueden clasificar información por motivos de seguridad nacional. Con esta militarización de la administración pública, la ciudadanía pierde derechos y la autoridad civil pierde poder de decisión”, expuso.
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En lo que va del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, las plazas de la Sedena ha crecido 20% (de 215 mil 243 en 2019 a 259 mil 689 en 2022), con lo que se ha convertido en la segunda dependencia con más personal, sólo detrás del IMSS y muy por arriba de la SEP.
Ese incremento es muy superior al 0.58% que se dio en el sexenio de Enrique Peña Nieto (de 213 mil 980 en 2013 a 215 mi 236 en 2018) y al 7% con Felipe Calderón (de 197 mil 615 en 2007 a 211 mil 488 en 2012).
A poco más de un año de que inicie el proceso electoral para la sucesión presidencial de 2024, Lisa Sánchez se pregunta si el próximo gobierno estará en posibilidades de quitarle a las Fuerzas Armadas el presupuesto, las funciones y el control que se les ha transferido en la actual administración.
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