La reunión, que se pensaba duraría 90 minutos, se extendió por cuatro horas. Trabajaron en cuatro temáticas específicas, todas vinculadas al combate al crimen organizado, al que definieron como un objetivo de altísima prioridad entre México y Estados Unidos.
Se trató de una primera reunión entre 19 funcionarios de primera línea de ambos países. La diferencia con otros encuentros es que esta marcó el preámbulo para los acuerdos que quiere consolidar, en su próxima visita a nuestro país, la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris.
Los puntos medulares por parte de Estados Unidos: reforzar las aduanas y romper las cadenas de producción y distribución de los opiáceos, especialmente los sintéticos, y los precursores químicos. La petición mexicana: cortar el flujo de dinero y la venta y traslado de armas a territorio mexicano, pues este fenómeno no puede entenderse sin el componente de la violencia en el país, sostuvo el secretario Marcelo Ebrard.
En esta reunión bilateral de seguridad, además del canciller estuvieron los operadores en materia de seguridad en México: la secretaria Rosa Icela Rodríguez, los generales Ricardo Trevilla, Guillermo Briseño, Alfredo Salgado y Luis Rodríguez Bucio; así como el almirante Luis Javier Robinson Portillo y el contralmirante José Barradas.
Trabajar en conjunto para erradicar la violencia, reducir el flujo y consumo de drogas —principalmente de opiáceos sintéticos como el fentanilo—, desarticular la capacidad financiera de los grupos del crimen transnacional, pero también frenar el flujo de dinero, así como la venta y traslado de armas de Estados Unidos hacia territorio mexicano, fueron parte de los principales objetivos acordados entre ambos países en el replanteamiento de una nueva estrategia de seguridad binacional.
Los acuerdos se derivaron de una reunión que este jueves sostuvieron autoridades de primer nivel de ambos países. Por parte de la representación de México estuvo encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, y la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, entre otros funcionarios incluyendo mandos de las Fuerzas Armadas, y por parte del gobierno estadounidense, una delegación liderada por el director principal del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, Juan González y el subprocurador general adjunto del Departamento de Justicia, Bruce Swartz, acompañados por autoridades del Departamento de Justica, la DEA y la Embajada.
“Ambos países coincidimos en los principales objetivos en materia de seguridad, disminuir el tráfico de armas y de narcóticos, reducir la violencia que provoca el crimen organizado, atender las adicciones como un problema de salud pública y atacar las finanzas de las organizaciones criminales que operan en ambos países. En otras palabras, el objetivo es tener paz y salud”, indicó el director general para América del Norte de la SRE, Roberto Velasco Álvarez al emitir un mensaje tras el encuentro.
Esta reconfiguración en los objetivos en común de ambos países fue reiterada por la embajada estadounidense en México, que a través de su cuenta de Twitter sostuvo que el diálogo se enfocó en “temas de interés común en el área de seguridad y de cómo podemos trabajar juntos para cooperar en el futuro”.
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