Las filtraciones sobre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) hechas por el grupo de hackers Guacamaya generó alarma no solo en el gobierno mexicano, sino también en el estadounidense. Esto debido a la permanente cooperación que existe entre ambos países, la cual tendrá que ser ajustada para no ver menguada su efectividad.
La inteligencia realizada por la dependencia a cargo del general Luis Cresencio Sandoval quedo evidenciada gracias a los miles de correos electrónicos internos que los hackers ventilaron. Por ejemplo, el monitoreo que se hace de grupos criminales, el cual se realiza desde cinco “Cerfi”, ha dejado al descubierto no solo el alcance y estructura de estos grupos, sino también la forma como la secretaría los vigila.
En este sentido, el gobierno de Joe Biden no se ha alarmado (al menos de forma pública). Todd D. Robinson, Subsecretario de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, trató de normalizar el hackeo y declaró que todos los países están expuestos a ellos.
Sin embargo, aseveró que existe preocupación por el “impacto” que esta violación a la Sedena pudiera tener. Esto, dijo, debido al volumen de la información que se intercambia entre ambos países. En específico, el funcionario estadounidense se mostró en alerta por el posible riesgo que corren los agentes de su país que se encuentran en México, así como alguna operación de las que se tienen en marcha.
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En este sentido, y con motivo del segundo encuentro del Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad que se realizará entre ambos gobiernos mañana en Washington, Todd D. Robinson externó que se presentarán algunos de los resultados de la cooperación bilateral en materia de seguridad.
Se darán a conocer, apuntó, las redes criminales que se han desmantelado durante los últimos meses. Tales grupos estaban relacionados con delitos como el tráfico de personas, añadió el funcionario.
Por otro lado, hay que acotar que los GuacamayaLeaks también evidenciaron complicidad de elementos de seguridad federal con grupos criminales, lo cual podría ser un reclamo que mañana Estados Unidos haga a México. Esto para saber qué se ha hecho al respecto, toda vez que hay casos específicos ya identificados. Por ejemplo, el de elementos de la Guardia Nacional que reciben dinero (200 mil pesos) para dar paso a sujetos que se dedican al robo de combustible en Veracruz.
Con este panorama se perfila a realizarse el segundo encuentro del Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad entre ambos países. Esto, aunado a la reciente adhesión de la Guardia Nacional a la Sedena y a la demanda que México interpuso contra siete armerías estadounidenses, la cual fue desechada en primera instancia por un juez federal de ese país.
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