Los 10 mineros que quedaron atrapados al inundarse los pozos de carbón en los que trabajan en la mina “El Pinabete” cumplen 13 días y su rescate no se ha logrado, las labores continúan, pero no han sido suficientes.
Desde el primer momento, familiares de los 10 mineros solicitaron la presencia de expertos extranjeros en el tema, como Chile, que en 2010 logró rescatar con vida y 17 días después a 33 mineros que quedaron atrapados tras un derrumbe en la mina que laboraba.
Venezuela fue otro de los países que ofreció su experiencia al gobierno de México, para coadyuvar con las labores de rescate. A ambos países se les declinó la oferta y a los familiares se les aseguró contar con los mejores especialistas en territorio mexicano.
Hoy, a más de 300 horas del accidente, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y los equipos de rescate, encabezados por Laura Velázquez, aceptaron el apoyo de la ayuda internacional.
Pero no fue ni Chile ni Venezuela, sino que mantuvieron contacto con empresas de Alemania y Estados Unidos, quienes aportarían opiniones de las minas y de las acciones de rescate que están realizando para, a partir de ahí, determinar labores con mayor precisión.
Fue Laura Velázquez quien aseguró que fue a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, con apoyo del canciller Marcelo Ebrard, como se logró el contacto; aunque 13 días después del accidente.
“Esta es una solicitud permanente por parte de las familias con quienes estamos de manera permanente. Platicamos, nos acercamos, estamos atendiendo sus necesidades básicas para que la instancia en la mina El Pinabete y la espera sea un poco más tranquila”, detalló.
Lo exigió la familia, pero llegó tarde
Aunque el apoyo con la experiencia de empresas internacionales se hará con el fin de mejorar las labores de rescate mexicanas, llega muy tarde. Las críticas por la rechazar la ayuda internacional, no se hicieron esperar.
El excandidato presidencial Ricardo Anaya, ferviente crítico de la llamada Cuarta Transformación, reprochó el abandono del gobierno hacia los mineros desde hace mucho tiempo y que han legislado en favor de un mayor uso de carbón para generar electricidad, pero sobre todo, que se “haya dado el lujo de rechazar la ayuda internacional para lograr el rescate”.
Pero la exigencia más dura fue de los familiares. Desde el tercer día del accidente, pedían el apoyo internacional para rescatar a sus padres, hermanos, esposos, hijos. Se les cumplió, pero 10 días después, cuando el gobierno mexicano se vio sin avance notorio ante la tragedia.
