A pesar de que el combate a la corrupción es uno de los ejes centrales del discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador, la capacidad de su gobierno para enfrentar estos actos ha disminuido de manera considerable hasta colocarse entre los países peor evaluados por el Consejo de las Américas, la Sociedad de las Américas (AS/COA por sus siglas en inglés) y la consultora international Control Risks.
El Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción de estas instituciones otorgó una calificación general de 4.05 unidades a México, la cuarta peor de América Latina, y que coloca al país sólo por encima de Guatemala, Bolivia y Venezuela, que obtuvieron promedios entre 3.38 y 1.63 puntos.
Los indicadores individuales de México demuestran que la falta de capacidad legal para detectar, perseguir y sancionar los actos de corrupción es el principal punto débil del gobierno de López Obrador, a quien señalan por su continuo ataque e intromisión contra los órganos autónomos como el Instituto Nacional Electoral (INE) o la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
De hecho, este documento revela que México tuvo una fuerte caída en la evaluación de procesos de los poderes autónomos, al obtener 0.53 de calificación, dos puntos menos que hace cuatro años, lo que refleja “los esfuerzos por parte del Poder Ejecutivo para interferir en los asuntos legislativos y judiciales del país”.
El informe también resalta que México se encuentra por debajo del promedio regional en cuanto a la independencia y eficacia de los organismos anticorrupción, que en realidad “han sido utilizados para obtener beneficios personales o cuentan con nombramientos basados en motivos políticos”.
A pesar de los constantes ataques de López Obrador, uno de los mejores puntajes del país lo obtuvo la sociedad civil y medios de comunicación, especialmente en el área de movilizaciones públicas en contra de la corrupción que obtuvo 6.33 puntos de 10 posibles; además, el indicador mejor evaluado en México fue el de calidad de la prensa y el periodismo de investigación.
Con este puntaje, México suma cuatro años de calificaciones a la baja en la capacidad de combatir los actos de corrupción, lo que significa que es cada vez menos probable que los autores de estos delitos sean sancionados o enjuiciados de manera oportuna.
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