Si bien aún falta que se elaboren las traducciones a los seis idiomas oficiales y que los países lo ratifiquen, se puede saber que México está dispuesto a firmar el tratado de la ONU que protege y establece el uso sustentable de la biodiversidad en aguas más allá de las zonas económicas exclusivas.
El tratado, del que una versión preliminar se consensuó el sábado en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, “era necesario” y “se buscó por 20 años”, explicó a ejecentral el especialista en manejo de recursos naturales Luis Fueyo Mac Donald, quien en el pasado participó por parte de México en algunas negociaciones.
El tratado contempla la creación de dos órganos, uno de asesoramiento científico y técnico, y otro de cumplimiento; además, implica que “los países desarrollados se comprometen a la creación de capacidades de los países en desarrollo”, señaló.
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Las regiones conocidas en conjunto como alta mar, que son las que se encuentran más allá de las zonas económicas exclusivas de los países, constituyen casi dos tercios de los océanos del mundo y están en peligro sobre todo por la sobrepesca, pero también por la contaminación, y hasta ahora no ha habido mecanismos legales para su protección.
“Todas las especies migratorias requieren protección en altamar”, afirmó el especialista, y añadió que los organismos regionales de ordenación de pesquería “tendrán que observar las disposiciones del nuevo tratado, el cual podrá declarar áreas marinas protegidas”.
Además, el nuevo tratado se vincula con las actividades de explotación de los recursos minerales de los fondos marinos y su impacto en la biodiversidad.
Dado que los océanos tienen un papel importante en el clima global, al proporcionar alrededor de la mitad del oxígeno que respiramos y almacenar aproximadamente una cuarta parte del dióxido de carbono, se espera que el tratado tenga un impacto positivo sobre el cambio climático.
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