México y Ecuador son los países de América Latina que más años de escolaridad perdieron debido al cierre de escuelas a consecuencia de la pandemia de Covid-19, reveló un informe elaborado por el Banco Mundial y Naciones Unidas.
Previo a la crisis sanitaria, México ocupaba la cuarta posición a nivel regional con 8.8 años de escolaridad, sólo superado por Costa Rica (9.0 años), Trinidad y Tobago (9.1) y Chile (9.4).
Dos años después de la irrupción del coronavirus, el estudio calcula que México perdió dos años de escolaridad, para ubicarse en 6.8, lo que lo coloca en la octava posición de América Latina.
Debido a la pandemia, ahora México es superado por Uruguay (que quedó en 7.7 años de escolaridad tras perder sólo 0.9 años), Dominica (sólo perdió un año y se quedó con 7.0), Colombia (perdió 1.6 años para quedar en 7.0) y por Perú (quedó en 6.9 años tras perder 1.7 unidades).
Titulado Dos años después: Salvando a una generación y realizado con la colaboración del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el estudio señala que Ecuador también perdió dos años de escolaridad, al pasar de de 8.7 a 6.7 grados.
“Estas pérdidas de aprendizaje se traducen en una disminución significativa en las ganancias y la productividad equivalente a un descenso de alrededor del 12% en los ingresos esperados durante la vida para alguien que hoy asiste a la escuela”, advierte el documento.
En un escenario intermedio (que en América Latina es de 1.6 años de escolaridad perdidos), el estudio refiere que un estudiante promedio de la región que está en la escuela hoy podría perder mil 565 dólares anuales (31 mil pesos mexicanos al tipo de cambio actual) cuando se incorpore a la vida productiva, lo que equivale a 28 mil 556 dólares (576 mil 400 pesos) en ganancias para toda la vida.
En el caso de los estudiantes mexicanos, las mermas serían mayores debido a que el país supera el promedio regional de pérdida de escolaridad.
El informe lanza una serie de recomendaciones a los países que tuvieron deterioro en los niveles de aprendizaje debido a la pandemia de Covid-19, entre las que destacan regresar a la escolaridad y recuperar de las pérdidas de conocimientos.
Para cumplir estos objetivos, el reporte destaca que las autoridades educativas deben asumir cuatro compromisos: a) garantizar que ningún alumno se retrase o abandone los estudios, b) dar prioridad a las habilidades básicas y fomentar niveles adecuados de formación de capital humano, c) garantizar que los profesores sean valorados y apoyados en todo momento, y d) asumir que la agenda de recuperación necesita recursos suficientes y sabiamente utilizados.
Al hacer un diagnóstico del caso mexicano, el reporte del Banco Mundial y de la ONU señala que en el país prevalece una “ausencia de seguimiento y mecanismos de control para medir la participación y la calidad de la enseñanza a través de la educación a distancia” y “poca toma de conciencia pública de los riesgos asociados al cierre prolongado de escuelas”.
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