México moviliza a 500 soldados para contener a migrantes en el Suchiate

Alrededor de 500 elementos de la Guardia Nacional (GN) y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fueron movilizados desde ayer a las inmediaciones del río Suchiate, en la frontera de Chiapas con Guatemala, para controlar el flujo migratorio tras el anuncio del arribo de una nueva caravana migrante.

Citado por la agencia Cuartoscuro, Vicente Antonio Hernández Sánchez, comandante de la 36ª Zona Militar y coordinador de la Guardia Nacional en la frontera sur, argumentó que los migrantes, la mayoría de ellos procedentes de Honduras, “no tienen por qué seguir a otro lugar”, en alusión a que tienen la instrucción de no dejarlos pasar hacia Estados Unidos.

De acuerdo con el funcionario, los migrantes serán atendidos por las secretaría de Salud y Bienestar, así como por autoridades migratorias. “Todo el gobierno de la República acuerpa para darles alimentos y trabajo, principalmente, los servicios médicos”.

Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al poder, en diciembre de 2018, se comprometió con su homólogo estadounidense Donald Trump, a contener los flujos migratorios procedentes de Centroamérica.

Ahora que el magnate va de salida y que será relevado por el demócrata Joe Biden a partir del 20 de enero, está por verse si el gobierno mexicano se mantiene en la misma posición o cambia su papel de contenedor de migrantes.

Suman 9 mil indocumentados

Miles de migrantes que viajan a pie desde Honduras rumbo a Estados Unidos se desplazaban este sábado por Guatemala, en camino a México, el próximo escollo a sortear en busca de mejores condiciones de vida, que anhelan recibir del futuro gobierno de Joe Biden.

Las autoridades guatemaltecas contabilizaban unos 9 mil migrantes, entre los que ingresaron durante la noche del viernes y un último grupo que consiguió pasar durante la mañana del sábado por la línea de frontera en El Florido, 220 km al este de Ciudad de Guatemala.

Pese a que un decreto facultaba a la policía utilizar la fuerza para contener el avance del viernes, la decisión de abrir el paso se tomó al constatar que en el grupo había muchas familias con niños.

El último grupo del sábado pasó la frontera ordenadamente y sin mayor resistencia, y al igual que el resto, pasó por alto el requisito de presentar documentos y una prueba negativa de covid-19.

Ante esta situación, el gobierno de Guatemala lamentó la “transgresión” de su soberanía nacional. “Algunos grupos han violentado la normativa vigente y lograron pasar nuestro territorio, violando las disposiciones legales”.

En un comunicado, pidió a Honduras “contener la salida masiva de sus habitantes, mediante acciones preventivas de manera permanente”, un reclamo que ya le había hecho en octubre pasado cuando otra caravana de unos 9 mil migrantes fue disuelta en Guatemala.

Itinerario

La caravana se adentró en territorio guatemalteco, llegando hasta Jocotán y Camotán, departamento de Chiquimula, fronterizo con Honduras.

Algunos grupos fueron en busca de instituciones de apoyo al migrante, y otros recibieron apoyo de la Cruz Roja y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

“Decidí ir a Estados Unidos porque en mi país no hay trabajo, no hay nada, y obligatoriamente tengo que salir porque la pandemia y huracanes hicieron destrozos en el país”, explicó el hondureño Carlos Flores, de 20 años.

Los migrantes dicen huir de una Honduras fuertemente golpeada por el paso de los huracanes Eta e Iota en noviembre y la falta de empleo causada por la pandemia, que se suman a los males endémicos de un país acribillado por la violencia asociada a las pandillas y el narcotráfico.

Casi todos llevan mochilas con sus pocas pertenencias y en su mayoría visten sandalias. En el trayecto es común escucharlos corear “fuera JOH”, iniciales del presidente hondureño Juan Orlando Hernández, a quien responsabilizan de su situación.

“He venido a pie, sin dinero, sufriendo. Gracias a Dios ya vamos aquí en Guatemala, ya para salir (a Estados Unidos)” dijo a la prensa Agustina Rodríguez, de 40 años.

La mayoría partió la madrugada del viernes desde la estación de buses de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, habitual génesis de las caravanas.

Casi todos van a pie y algunos piden un “aventón” (autostop). En su trayecto aún se toparán con varios controles policiales dentro de Guatemala antes de llegar a la frontera con México, que ya adelantó que “no permitirá el ingreso irregular de caravanas de personas migrantes” y desplegó 500 agentes en Chiapas y Tabasco, estados fronterizos.

(Con información de AFP)