Los estudiantes mexicanos obtuvieron calificaciones considerablemente más bajas en lectura, matemáticas y ciencias que el promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de acuerdo con el reporte del Programa Internacional de Valoración de Estudiantes (PISA) dado a conocer hoy.
Un elevado 35% de los estudiantes mexicanos de 15 años no logró un nivel mínimo de competencia (Nivel 2) en las tres materias evaluadas, mientras que la media de la OCDE es de 13%, y solo el 1% de los mexicanos se desempeñó en los niveles más altos (Niveles 5 y 6) en al menos una de las materias. El promedio de la OCDE es de 16% de los jóvenes en estos niveles.
El rendimiento de México en PISA 2018 (llamada así por el año en que se recabó la información) es casi el mismo al de años anteriores. Sólo el rendimiento en lectura y matemáticas de 2003 estuvo significativamente por debajo de PISA 2018, y en matemáticas de 2009 se obtuvieron evaluaciones superiores.
El tema de PISA de este año fue “El cielo es el límite. Mentalidad de crecimiento, estudiantes y escuelas en PISA”, con el que se combate la idea de que el nivel que los estudiantes tienen en un momento es el que seguirán teniendo el resto de su vida. En ese sentido, aunque no pareciera que esta idea tenga alguna prevalencia en México, el reporte PISA 2018 destaca algunas cosas.
El estancamiento del desempeño mexicano en PISA “esconde tendencias positivas entre los estudiantes de menor rendimiento”, señala el reporte, y destaca que “el puntaje alcanzado por al menos el 90% de los estudiantes en México mejoró en alrededor de 5 puntos por cada período de tres años, en promedio, en cada una de las tres materias básicas”.
Esto ha hecho que aunque el promedio se haya mantenido a lo largo de los años, “las brechas en el desempeño entre los estudiantes de mayor y menor rendimiento en matemáticas y ciencias se redujeron con el tiempo en México”.
Una de las explicaciones que se ofrece para este resultado positivo es la rápida expansión de la educación secundaria entre 2003 y 2018, cuando México agregó más de 400 mil estudiantes a la población total de jóvenes de 15 años elegibles para participar en PISA.
El reporte también destaca que el estatus socioeconómico fue un fuerte predictor del desempeño en los jóvenes mexicanos. Sin embargo, “alrededor del 11% de los estudiantes desfavorecidos en México lograron obtener puntajes en el cuarto superior de desempeño en lectura, lo que indica que la desventaja no es el destino”, plantea.