El empobrecido país de Mali ha sufrido en el último año dos golpes de Estado, una junta militar tiene las riendas del gobierno, padece una insurgencia yihadista y grandes porciones de su territorio están fuera del control de la autoridad.
Pese a ese contexto tan adverso, la economía del país africano crecerá 5.2% en 2022 y 5.0% en 2023, de acuerdo con previsiones del Banco Mundial (BM). Se trata de una tasa que casi duplica las previsiones para México, cuyo desempeño será de +3.0% este año y +2.2% el próximo.
Etiopía, otro país africano con altos niveles de miseria, es castigado por la sequía y la hambruna, y desde noviembre de 2020 es escenario de una rebelión armada en la zona del Tigré. Pese a lo hostil del horizonte, Adis Abeba crecerá 4.3% este año y 6.5% el próximo, según las Perspectivas Económicas Globales del organismo internacional publicadas este martes.
Así como Etiopía, la República Democrática del Congo, Camerún, territorios palestinos (Cisjordania y Gaza) y República Centroafricana (todos ellos países envueltos en guerra y crisis humanitarias) tendrán una tasa de crecimiento económico más elevada que la de nuestro país.
“En México se proyecta que el crecimiento disminuya de 3.0% en 2022 a 2.2% en 2023. Se espera que las interrupciones en la cadena de suministro, que obstaculizaron el sector manufacturero el año pasado, persistan en la primera mitad de 2022, mientras que la demanda externa se verá limitada por la desaceleración crecimiento en los Estados Unidos”, señala el informe del Banco Mundial, que ajustó 0.2% a la baja las perspectivas de crecimiento mundiales, para quedar en 4.1% para este año.
“A nivel interno, se necesitará un mayor endurecimiento de la política monetaria para combatir las altas expectativas de inflación, y se prevé que la austeridad fiscal continúe en el corto plazo”, agrega el documento, que advierte que la inflación en México (que el año pasado marcó un récord al rebasar el 7%) continuará por arriba de lo que señala en Banco de México.
A escala global, el reporte del BM advierte que el crecimiento mundial se desacelerará este año respecto al desempeño de 2021 y la situación podría empeorar por el impacto de la variante Ómicron de coronavirus, que se propaga a gran velocidad tanto en México como en el mundo, lo que podría acentuar la escasez de mano de obra y los problemas logísticos para la producción y distribución de mercancías.
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