La violencia contra niñas, niños y adolescentes ha repuntado en los últimos años en México, en donde 595 menores de edad fueron asesinados en los primeros tres meses del año, esto según datos actualizados de la organización internacional Save the Children, que pidió al gobierno federal proteger los derechos de este grupo vulnerable en el país.
Al analizar estas cifras, el promedio de homicidios de menores de edad en México durante estos primeros tres meses ya empató al de todo el año pasado con siete registros cada 24 horas, lo que revela la gravedad de esta crisis que, según diversas asociaciones de derechos por la infancia, ha sido invisibilizada por autoridades de todos los niveles.
Nancy Ramírez, directora de incidencia política de Save the Children en el país, afirmó que “México está en deuda con las niñas, niños y adolescentes. La normalización cultural de la violencia sistémica en su contexto familiar, escolar y comunitario está cobrando sus vidas y les está haciendo pasar situaciones que a ninguna persona, pero especialmente ninguna de su edad le corresponde vivir”. La funcionaria también cuestionó el papel de las autoridades mexicanas y añadió que “este sábado no queda nada para celebrar, ya que el derecho más fundamental de la infancia, que es que tienen a la vida, no está garantizado en el país”.
Otras organizaciones, como la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), han subrayado la grave crisis de menores desaparecidos en el país, en donde se han registrado más de 19 mil casos de este tipo tan sólo en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, de los cuales 5 mil continúan sin aparecer.
Diversos expertos y activistas por la infancia también han señalado el lugar cada vez más predominante que ocupa el narcotráfico en la vida de los menores de edad en el país, y el impacto que tienen estos grupos delictivos entre las niñas, niños y adolescentes de contextos más vulnerables, quienes también son sus principales víctimas.
Los especialistas también han advertido sobre la condición de género en algunos de estos delitos, especialmente en el secuestro y desaparición, en donde las principales víctimas son niñas de entre 12 y 14 años en todo el país.
