Jonathan Nácar
En 2016, la “guerra contra los cárteles” en México provocó la muerte de 23 mil personas, ubicándolo en el segundo lugar del ranking de países en conflicto más letales. Por encima de Irak, Afganistán y Yemen, la violencia en territorio mexicano sólo se vio superada por la guerra civil y la presencia del Estado Islámico en Siria, informó el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS por sus siglas en inglés), de Londres, al emitir su encuesta anual sobre los conflictos armados.
De acuerdo con la publicación revelada este martes, la situación en el caso mexicano, país que no padece un conflicto civil, es un hecho “sorprendente” que las muertes derivadas de los conflictos armados se deben al uso de armas pequeñas, es decir, que los enfrentamientos carecen de artillería, tanques o aviación de combate como ocurre en naciones del medio oriente que están en guerra.
El informe del instituto británico establece con base en los registros de las muertes violentas que los 10 conflictos más letales durante 2016 se dieron en: Siria, México, Irak, Afganistán, Yemen, Somalia, Sudán, Turquía, Sudán del Sur y Nigeria, los cuales representaron más del 80% de las muertes a nivel mundial.
Según las estadísticas recabadas por el colegio, en México se registraron alrededor de 23 homicidios, y fue en las entidades de Sinaloa y Guerrero, donde se libraron la mayoría de los conflictos “entre los cárteles que compiten, cada vez más fragmentadas para robar territorios a los grupos rivales para hacerse del control de las rutas de tráfico de drogas”, refirió John Chipman, director general del IISS.
En el mismo año, se contabilizaron cerca de 17 mil personas murieron en Afganistán y 16 mil más en Irak no obstante en cuanto a la letalidad de los conflictos fueron superados por México y América Central, donde se ha recibido mucha menos atención por parte de los medios de comunicación y la comunidad internacional, consideró Anastasia Voronkova, editora de la encuesta anual.
“La violencia se agravó porque los carteles ampliaron el alcance territorial de sus campañas, buscando áreas por ‘limpiar’ de sus rivales, en sus esfuerzos para asegurar el monopolio de las rutas de tráfico de drogas y otros activos de origen delictivo, los cuales les generan ganancias de entre 19 mil millones y 29 mil millones de dólares por la venta de droga hacia Estados Unidos, según el Departamento de Seguridad Nacional”, indicó.
