México no sólo es uno de los países de América Latina con menor gasto social, sino que, en el marco de la pandemia de Covid-19, es la cuarta nación donde menos creció este tipo de inversión, uno de los instrumentos con que cuentan los gobiernos para amortiguar los efectos de las emergencias sanitaria y económica.
De acuerdo con el Panorama Social de América Latina 2021, elaborado por la Cepal, en 2019, año previo a la irrupción de la Covid-19, México destinó el 9.2% del PIB a gasto social (protección social, educación, salud, vivienda, recreación, cultura y medio ambiente), monto que para 2020, primer año de la pandemia, subió a 10.4 puntos del PIB.
El documento elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advierte que mientras México es uno de los países de la región con la caída más drástica de su crecimiento económico, el gasto social sólo aumentó 13% o 1.2 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB). Esta cifra está muy lejos de los 5.3 puntos que subió el gasto social en El Salvador (de 8.5% a 13.8% del PIB) o los 5.2 puntos en Brasil (17.3% a 22.5% del PIB).
La pandemia de coronavirus, que comenzó como una emergencia sanitaria, “se ha convertido en una crisis multidimensional prolongada, con impactos directos en la salud e impactos indirectos en dimensiones sociales y económicas en todo el mundo”, señala el reporte.
Como parte de la respuesta de política pública social para enfrentar los impactos sociales y económicos de la emergencia, los países de América Latina y el Caribe mostraron un aumento muy significativo de los niveles de gasto público social del gobierno central, al alcanzar un nivel histórico del 15%, refiere el documento, que aconseja a las autoridades mantener este apoyo para mitigar el desempleo y el empobrecimiento que viven millones de personas.
Después de México, los países que tuvieron crecimientos mínimos en el gasto social son Costa Rica (0.3 puntos), Uruguay (0.5 puntos) y Trinidad y Tobago (1.1 puntos).
Sin embargo, aún con aumentos menores, estos mismos países tienen un mayor gasto social per cápita que México. Uruguay, por ejemplo, destina 16.7% de su PIB a inversión social, lo que se traduce en 2 mil 534 dólares por persona.
Trinidad y Tobago destina 15.0% de su PIB a educación, salud y protección social, lo que equivale a dos mil 084 dólares por habitante. Y Costa Rica canaliza 12.3% de su PIB al gasto social, lo que representa mil 204 dólares per cápita. En México el gasto social es de 970 dólares por habitante.