Casi tres años después y con una pandemia de por medio, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó el Plan de Desarrollo Integral (PDI) para El Salvador, Guatemala, Honduras y el sur-sureste de México.
Se trata de una ambiciosa puesta en marcha de 15 programas y 114 proyectos que representan un monto de 45 mil millones de dólares y que tiene como objetivo contener la migración atendiendo las causas estructurales.
Programas del PDI, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y de cada país, como Sembrando Vida de México y Sello Blanco de Guatemala, convergen en el plan. El monto asignado a cada uno de estos proyectos, así como su objetivo puede ser rastreado en el sitio web del Plan que presentó la Cepal.
Además, el ambicioso proyecto con miras a cinco años involucra a 20 agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas que busca vincular la emergencia humanitaria con una estrategia de desarrollo económico y comercial.
“Lo que estamos diciendo, con mucho respeto, es que México tiene que comprarle más cosas a Centroamérica, es decir, que hay poco comercio entre los tres países, El Salvador, Honduras y Guatemala con México y México puede ser un gran mercado para estos países, por ejemplo el café que los mexicanos deben tomar debe venir de El Salvador, Honduras y de Guatemala”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, al presentar un gráfico sobre el intercambio comercial en la región.
Este plan comenzó el día que Andrés Manuel López Obrador tomó posesión de su cargo como presidente, ya que pactó con Cepal la elaboración de un programa para atender el triángulo norte de Centroamérica. A casi tres años de distancia, el flujo migratorio en la frontera sur es el más intenso en décadas y en la frontera con Estados Unidos los migrantes detenidos se cuentan por cientos de miles cada mes.
La titular de Cepal, Alicia Bárcena, indicó que el diagnóstico de la región es complejo, pues hay pobreza, crecimiento económico insuficiente, falta de empleo, inseguridad alimentaria, violencia y cambio climático, lo que configura las causas raíz de la migración, pero se mostró optimista con el PDI.
“El PDI debe posicionarse como una alternativa real, como ejemplo mundial, para detonar en nuestra región esquemas de desarrollo socioeconómico que brinden a la población oportunidades de mejora en su calidad de vida”, dijo Maximiliano Reyes Zúñiga, subsecretario de la Cancillería mexicana.
Este plan está aparte de las intenciones que México ha expresado con Estados Unidos, pues desde que el demócrata Joe Biden llegó al poder, la administración de López Obrador ha intentado que el vecino país inyecte recursos a programas como Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida en esa misma región de Centroamérica.