Esta mañana, unas horas antes de que saliera la delegación mexicana con rumbo a Sharm el-Sheikh, Egipto, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dio a conocer los compromisos que llevará a la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP27).
La propuesta mexicana, que diversos expertos han calificado de tardía, tiene un aumento en las metas no condicionadas (las que se pretende cumplir con los recursos del gobierno) del 22% que se tenía en 2020 al 30% para 2030; en el caso de las metas condicionadas (que requieren financiamiento o innovación adicionales), “pasan del 36% que se tenía contemplado en 2020 para llegar al 40% en 2030”, dijo la secretaria María Luisa Albores en conferencia de prensa.
Sin embargo, y a pesar de que el lema de la COP 27 es “El mundo se une para la implementación”, se dijeron las acciones que se tomarían y la cantidad de dióxido de carbono, o equivalente, que captarían o dejarían de emitir, pero no se mencionó cómo se implementarían.
Albores aseguró que además de seguir las metas que se venían trabajando en 2020, como la reducción en las emisiones de metano (sobre las cual no se han presentado avances) se va a alcanzar el 30% para 2030 a través de 35 medidas en los sectores económicos “que ya se venían contemplando en 2020” y se añaden ocho medidas nuevas.
Entre las medidas que ya se venían trabajando están, por ejemplo, el Programa Sembrando Vida, que ha sido cuestionado por expertos y ambientalistas, pues fomenta la tala y porque las especies que se siembran no prosperarán, pero no se mencionaron las otras.
Entre las nuevas medidas destaca, por ejemplo, la Estrategia Nacional de Carbono Azul, que depende de los manglares, en los que el país tiene una gran riqueza, “se está planteando que podamos llegar a 15 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente” al año, pero no se mencionó si sería a través de la conservación o la restauración ni de cuáles serían las áreas de manglares donde se aplicarían medidas.
También se planteó el aumento en el número de Áreas Naturales Protegidas. “Cuando llegamos (la actual administración) teníamos 182”, dijo Albores, y agregó que hasta ahora se han decretado tres más, y se espera llegar a final de este sexenio a las 190 a las que se sumaría “áreas destinadas voluntariamente a la conservación”.