La crisis sanitaria por Covid-19 puso a las mujeres en una posición de vulnerabilidad económica, laboral y de violencia doméstica que podría considerarse como otra pandemia para la que no existe una solución única.
Un grupo de organizaciones y especialistas elaboró un primer informe para visualizar la disparidad que la emergencia de salud provocó en este grupo durante el año pasado.
El reporte del Observatorio de Género y Covid-19 en México muestra con datos duros la realidad de millones de mexicanas en el último año; tan sólo en el tema de violencia de género el número de llamadas de emergencia a nivel nacional subió 21.3%, algo que los especialistas han calificado como una pandemia paralela en la que los crímenes contra las mujeres, incluso los más graves como el feminicidio, incrementaron a raíz de los confinamientos.
Geras Contreras, representante de la organización feminista Equis Justicia, resaltó que “la pandemia de violencia cruzó la de Covid-19, ya que a pesar de que nuestro hogar fue configurado como un espacio de protección, esto no sucedió, pues hubo un incremento en las agresiones domésticas”, una exigencia que se respalda en las cifras, pues los reportes de este tipo aumentaron un 8% durante la etapa de confinamento.
Tenacidad. La violencia de género aumentó durante la pandemia.
Pero ese no fue el único impacto dentro del hogar, el reporte también señala el aumento de la carga laboral no remunerada, ni reconocida, cuyo mayor ejercicio recae en las mujeres con una tasa superior al 90%, quienes también fueron las encargadas de tareas de cuidado y atención médica en el domicilio.
Datos de la Ciudad de México muestran que las amas de casa se convirtieron en uno de los sectores con mayor número de contagios y muertes por Covid-19.
Además, otros servicios de salud como la atención reproductiva se interrumpieron por la pandemia, la reconversión hospitalaria y el recorte de más de 400 millones de pesos en el presupuesto de ese año, lo que impactó directamente en el crecimiento de embarazos adolescentes.
En cuanto a la pérdida laboral, el informe resalta que el número de mujeres que perdieron sus empleos duplica al de los hombres, quienes además han tenido una recuperación más acelerada en este terreno durante los últimos meses.
Los especialistas señalan que la falta de programas de apoyo y mecanismos de protección específicos para este género causó un atraso en las metas de equidad que tomará al menos una década para ser subsanado.
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