Después de dos años, el brazo embotellador de la regiomontana Fomento Económico Mexicano (FEMSA), Coca-Cola FEMSA, obtuvo un fallo favorable de un panel arbitral en Brasil, con lo cual seguirá distribuyendo las cervezas de Heineken a sus más de 89 millones de clientes en el país sudamericano.
La disputa comercial se desarrolló a pesar de que FEMSA, desde 2010, es el segundo mayor accionista de la cervecera holandesa.
“Hoy el tribunal de arbitraje a cargo del proceso para resolver diferencias entre Cervejarias Kaiser Brasil, subsidiaria de Heineken, y el sistema Coca-Cola en Brasil, en relación a la distribución del portafolio de Kaiser, incluyendo cerveza Heineken, ha emitido un laudo confirmando que el contrato de distribución entre ellos debe continuar vigente y con pleno efecto hasta e incluyendo el 19 de marzo del 2022", informó Coca-Cola Femsa (Kof, por su clave de pizarra en las bolsas de valores) a las bolsas de valores.
Para la comercialización de los productos Coca-Cola en Brasil, Kof tiene 10 centros de distribución para abastecer de bebidas a sus más de 89 millones de clientes (locales o puntos de venta al menudeo). Con esa red, también vende las cervezas de Heineken. Sin embargo, en julio de 2017, Heineken Brasil notificó a la mexicana la terminación anticipada del contrato de distribución en ese país. Esto motivó, el panel de arbitraje que falló hoy a favor de la principal subsidiaria de FEMSA.
Pesa más el negocio que la sociedad
El panel arbitral se dio a pesar de que FEMSA, la principal accionista de Kof, es desde 2010, el segundo mayor accionista de la holandesa Heineken. Los otros dos grandes accionistas de Coca-Cola FEMSA son The Coca-Cola Company con el 27.8% y el 25% el público inversionista en los mercados de valores. La dueña de la cadena comercial Oxxo, es propietaria del 47.2% de Kof.
Al igual que Heineken, la productora de la bebida con proteína vegetal, AdeS, intentó en Brasil modificar los contratos de venta con sus distribuidores, entre ellos Kof. En mayo de 2018, AdeS Brasil notificó a sus distribuidores que impondría “ciertos cargos al precio de venta”. Ante la protesta, inició un panel arbitral, del cual todavía no se tiene una resolución.
De esa disputa comercial, llama la atención que desde marzo de 2017, The Coca-Cola Company y sus embotelladores en América Latina concretaron la compra de AdeS a la anglo-holandesa Unilever.