Una parte importante del imperio de Grupo Zeta —una de las principales gaseras de América Latina—, está bajo el control de una adolescente de 17 años que figura como única dueña de dos sociedades de cartera fundadas en Luxemburgo, ducado europeo famoso por su secreto financiero.
La hija adolescente de Miguel Zaragoza Fuentes, fundador de este imperio con más de 80 empresas, tiene acciones por 73 millones de dólares repartidos en otras 12 compañías localizadas en seis países de América y Europa, y en ocho de estas ella es la única dueña.
Esta información es parte del último reporte que elaboró el Proyecto de Denuncia de la Corrupción y el Crimen Organizado (OCCRP, por sus siglas en inglés) con diversos medios internacionales como parte de la investigación OpenLux, que comenzó en 2019 cuando este país liberó una versión parcial de los registros corporativos de las empresas que operaban en su territorio.
La investigación de OCCRP, que contó con la participación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), revela que esta adolescente es la única propietaria de las sociedades gestoras luxemburguesas Belgrave y Vaurigard, que a su vez poseen una parte importante de la empresa Texas Gas & Oil, misma que Zaragoza debía entregar a su esposa Evangelina López Guzmán como parte de su divorcio.
El reporte señala que algunas de las empresas controladas por esta menor de edad son subsidiarias de Grupo Zeta, pero no está claro si el resto de las compañías, o las mismas firmas gestoras de Luxemburgo, figuran dentro de los registros fiscales de México.
Aunque registrar a un menor de edad como propietario de una empresa no es ilegal en Luxemburgo, especialistas de OCCRP señalan que en la mayoría de los casos se trata de una maniobra para encubrir a los dueños verdaderos de estas compañías, o bien sus conexiones con algunos sectores de gobierno o criminales en los países de origen.
Esta investigación detectó 291 menores de edad que son dueños de acciones de empresas multimillonarias que tiene sede fiscal en Luxemburgo; además una cantidad idéntica de propietarios tenían entre 18 y 19 años cuando el registro se hizo público, por lo que es posible que fueran aún adolescentes cuando tomaron control de estas compañías.
La lista de OCCRP incluye a hijos de oligarcas, delincuentes o políticos de países con poca transparencia como Azerbaiyán o Rusia, e incluso algunos de estos jóvenes millonarios ni siquiera habían nacido cuando las empresas entraron a Luxemburgo, y en muchos casos los nombres de sus padres no se pueden encontrar en ninguna parte de los registros.
Roman Borisovich, activista por la transparencia, comentó en entrevista para OCCRP que “los niños de un año no toman decisiones, ni dirigen estas empresas, son humo y espejos para enmascarar a los verdaderos dueños”.
El gobierno de Luxemburgo se ha mostrado crítico a las investigaciones de OCCRP por considerar que podrían violar el secreto financiero, pero también anunció un mayor control para que las instituciones de este país no sirvan para lavar dinero o evadir impuestos en otras naciones.