El gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo logró: adquirirá la marca Mexicana de Aviación por más de 800 millones de pesos. Esta compra tiene como objetivo que la nueva aerolínea estatal, operada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), opere bajo el reconocido nombre.
Durante la mañanera, el mandatario informó que se logró desechar los recursos presentados por abogados y algunos trabajadores en contra de la venta de bienes y la marca de Mexicana de Aviación por parte de los representantes legales del sindicato. “Ya se resolvió”, aseguró.
Aunque faltan algunos trámites por realizar, el Presidente expresó su satisfacción y destacó que los trabajadores recibirán un pago por la venta de la marca y los bienes. Tras una evaluación, se estima que unos seis mil trabajadores recibirán entre 60, 80 y hasta 100 mil pesos cada uno.
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A decir del mandatario, el pago se trata de una compensación “a lo mucho que han padecido, sufrido, desde que, en los tiempos del neoliberalismo, desde que Fox tomó la decisión de entregarle, casi regalarle Mexicana de Aviación a uno de sus allegados, que luego la quebró y quedó sin responsabilidad.”
Hace unos días se dio a conocer que desde el 9 de junio, el gobierno de México presentó una solicitud de registro ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI) por el nombre de “Aerolínea Maya”, lo que representó un movimiento preventivo en caso de no concretarse la compra de la marca de la aerolínea más antigua del país.
Desde Palacio Nacional, el Presidente expresó su esperanza de que los cheques por la venta de la marca Mexicana de Aviación sean entregados a los trabajadores de manera simbólica en un evento próximo.
López Obrador no ocultó su satisfacción por la nueva aerolínea, que iniciará operaciones el 1 de diciembre de este año, con una flotilla que estará conformada por 10 aviones y cubrirá inicialmente destinos dentro de la República Mexicana que no son atendidos por las compañías privadas.
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