Metas en seguridad, el fracaso del sexenio: ONC

A ocho meses de que concluya el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, las metas en seguridad pública, según los propios indicadores del Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, son un “rotundo fracaso”, de acuerdo con el informe “Final de sexenio, se confirma el fracaso de cumplir las metas en seguridad” que hoy presentó el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).

De acuerdo con el reporte, la reducción de los delitos de mayor impacto en la sociedad, pese al subregistro, la manipulación de datos y el inexplicable crecimiento de categorías opacas en las estadísticas oficiales, resulta una de las principales deudas del gobierno que está a unos meses de concluir.

En ese sentido, el ONC señaló que los objetivos planteados en la Estrategia Nacional de Seguridad Pública de reducir la corrupción y respetar plenamente los derechos humanos se catalogan como un “rotundo fracaso”, debido al aumento histórico en denuncias por violaciones a derechos humanos y delitos cometidos por servidores públicos.

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Contrario a la narrativa oficial, refirió Francisco Rivas Rodríguez, director general del Observatorio, el fracaso en las metas de seguridad es evidente ante los incrementos históricos que se han alcanzado en diversos delitos, no obstante, del diseño ambiguo que implementó la actual administración lo cual debilitó los registros estadísticos y propició su manipulación.

El hecho de que los delitos contra las mujeres alcanzaron niveles históricos en 2023; al igual que los delitos en contra de niñas, niños y adolescentes que el año pasado aumentó en 35% respecto a 2019; y que el robo de hidrocarburos, mejor conocido como “huachicol”, lejos de haber desaparecido reflejo un incremento inédito del 120 por ciento más que en el sexenio anterior.

Con base en el análisis, señaló el activista, se desmienten las “declaraciones triunfalistas” en torno a la reducción de la violencia de género, del robo de hidrocarburo, de la desaparición de personas, de la transparencia y la rendición de cuentas.

Y es que, mientras la mayoría de los “indicadores” no alcanzarán las metas previstas, la reducción en la incidencia de secuestro se perfila como uno de los objetivos posibles de alcanzar. Sin embargo, esto se deberá “al subregistro y la manipulación de datos”.

Si bien la tendencia de la incidencia de secuestros fue a la baja desde el primer trimestre de 2019, la subcategoría de “otros delitos que atentan contra la libertad” sigue en aumento y el año pasado alcanzó el máximo histórico.

Rivas Rodríguez destacó la importancia de evaluar las acciones de la actual administración, que ya se trata del “sexenio más violento de la historia”, de cara a las elecciones, e hizo un llamado para que a partir de la evaluación de estos indicadores a los candidatos se les exijan “propuestas efectivas” que permitan recuperar la “tan anhelada paz social”, o de lo contrario implicará “fracasos más dolorosos y graves” en los próximos años.

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