Merkel teme se desborde racismo y antisemitismo en Alemania
Rescatistas palestinos siguen buscando supervivientes entre los escombros, tras sacar el viernes una docena de personas vivas en los túneles subterráneos
La canciller Angela Merkel advirtió este sábado contra arrebatos racistas o antisemitas durante las manifestaciones a favor de la causa palestina, en tanto otros mítines están previstos en Alemania durante este fin de semana.
“Los que propagan el odio hacia los judíos en las calles, los que fomentan el odio racial, están fuera de nuestra Ley Fundamental”, advirtió la canciller en su podcast semanal.
“Tales actos deben ser castigados de manera proporcional”, a su gravedad, insistió.
En toda Alemania hubo varias protestas tras la escalada de violencia entre Israel y el movimiento palestino Hamás en las dos últimas semanas.
El sábado pasado, unas 60 personas fueron detenidas y unos 100 policías resultaron heridos en violentos choques durante una manifestación pro-palestina en Berlín.
Previamente, los manifestantes corearon consignas antisemitas, quemaron banderas israelíes y provocaron daños en la entrada a una sinagoga lanzando pedradas, hechos que se repitieron en todo el país, y ya fueron condenados con dureza por el gobierno.
Frágil normalidad
Con los cafés abiertos de nuevo y los pescadores preparándose para zarpar, Gaza parecía volver a la normalidad este sábado, mientras se organiza la ayuda de emergencia y empieza a negociarse la reconstrucción del enclave palestino tras 11 días de conflicto con Israel.
Los equipos de rescate siguen buscando supervivientes entre los escombros tras sacar el viernes cinco cadáveres y una docena de supervivientes de los túneles subterráneos, bombardeados por el ejército israelí.
Las hostilidades entre Hamás, que controla la Franja de Gaza, e Israel, que impone un bloqueo a este pequeño territorio desde 2007, obligaron a los pescadores a quedarse en casa durante casi dos semanas.
El sábado por la mañana, Rami Abu Amira recibió una llamada de los guardacostas palestinos para decirle que podía volver al mar. Pero, prueba de la fragilidad de la tregua en vigor desde el viernes, no llegó ninguna confirmación de la parte israelí.
“Vamos a ir al mar de todas maneras, pero no muy lejos. Nosotros, los pescadores, tenemos miedo de que la ‘marina’ israelí nos dispare (...) Pero tenemos que comer”, dijo, mientras preparaba sus redes en el pequeño puerto de Gaza.
¿Quién gana?
Tras 11 días de conflicto armado con Israel, Hamás cree haber obtenido una “victoria” tras detener los ataques en Gaza, pero su principal logro es haber marginado aún más a sus rivales de Fatah, según los analistas.
La vuelta a la calma el viernes en el enclave, donde casi 250 palestinos murieron en bombardeos israelíes, fue celebrada por multitudes con banderas palestinas y de Hamás en Gaza, pero también en Cisjordania, ocupada por Israel, donde tiene su sede el presidente palestino Mahmud Abas, líder del Fatah.
“Se trata de una victoria estratégica”, dijo Ismail Haniyeh, líder de Hamás, el movimiento en el poder en Gaza desde 2007 y que cuenta con el apoyo de Irán, el principal enemigo de Israel. En el campo contrario, Israel habló de "éxito excepcional”.
Durante el conflicto que comenzó el 10 de mayo, se dispararon más de 4 mil 300 cohetes desde Gaza. Aunque muchos fueron interceptados, los residentes de varias ciudades israelíes vivieron con miedo y con el sonido de las sirenas.
El ejército israelí, considerado la primera potencia militar de Oriente Medio, dijo que la intensidad del fuego no tenía precedentes en su territorio.
A pesar de la destrucción, el elevado número de víctimas y la muerte de varios de sus combatientes, Hamás se siente victorioso “porque ha conseguido golpear el corazón del territorio israelí [y el ejército] no pudo detenerlo”, afirma Jamal al-Fadi, profesor de ciencias políticas en Gaza.
Y también consiguió reforzar su arsenal de misiles a pesar del bloqueo que Israel impone a Gaza durante casi 15 años, señala.
Para Hamás, que comenzó a disparar cohetes en solidaridad con los manifestantes palestinos que se enfrentaban a la policía israelí en Jerusalén Este, otro territorio palestino ocupado por Israel, el conflicto le ha permitido erigirse en el único defensor de los palestinos, según los observadores.
“Hamás ha optado en parte por la escalada por conveniencia política, para reforzar su legitimidad no solo con sus partidarios sino también con un público [palestino] más amplio”, afirma Hugh Lovatt, analista del Consejo Europeo de Relaciones Internacionales.