Mentiras y falacias en la guerra de las vacunas Covid-19

29 de Noviembre de 2024

Mentiras y falacias en la guerra de las vacunas Covid-19

Promo_Ciencia

Algunos gobiernos y farmacéuticas participan en la desinformación en torno a la pandemia poniendo en riesgo a la población; la solución está en la libertad de expresión

El pasado 23 de abril, la cuenta de Twitter de la vacuna contra Covid-19 Sputnik V, hecha por el Instituto Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa, subió una imagen con datos que “demostraban” que, a nivel mundial, después de la inoculación con esta vacuna se producían muchas menos muertes que después de la aplicación de vacunas de otras farmacéuticas.

El tuit no destaca que Sputnik V se ubica hasta abajo de la lista con un número de muertes considerablemente menor que el resto de las vacunas, sino que, según el “estudio #SputnikV… hay significativamente más muertes después de la vacunación con Pfizer que con la vacuna AstraZeneca por 1 millón de dosis administradas”. A lo cual sigue un hilo en el que se dan explicaciones y las fuentes de los datos.

Unos días después, Carl T. Bergstrom, autor del libro Calling Bullshit (expresión que podría traducirse como “Evidenciando las mentiras”), hizo un hilo en su cuenta de Twitter poniendo en evidencia que “la vacuna Sputnik V está tuiteando estadísticas absolutamente absurdas en un esfuerzo por cuestionar el historial de seguridad de sus competidores”.

Entre las múltiples tergiversaciones de los datos y el mal uso de la estadística que hay en el “estudio #SputnikV”, Bergstrom destaca que las cifras son de “MUERTES TOTALES, NO MUERTES ASOCIADAS A VACUNAS” y no duda en afirmar que la razón para mostrar estos números es “porque hacen que Pfizer se vea mal”.

Esta es sólo una pequeña batalla de la guerra de verdades a medias, ocultamientos, desacreditaciones, mentiras y falacias que a nivel mundial están librando marcas y gobiernos por y con las vacunas Covid-19.

La nueva escuela de mentir

“Las mentiras de la nueva escuela utilizan el lenguaje de las matemáticas, las ciencias y las estadísticas para crear la impresión de rigor y precisión. A las afirmaciones dudosas se les da un barniz de legitimidad glosándolas con números, cifras, estadísticas y gráficos de datos”, escribe Bergstrom en Calling Bullshit. A lo que, en la situación actual, habría que agregar que a veces se presentan por autoridades políticas o científicas.

También añade que este tipo de mentiras “pueden ser particularmente efectivas porque muchos de nosotros no nos sentimos calificados para desafiar la información que se presenta en forma cuantitativa”.

›Así como Sputnik V protagonizó el ataque con que inicia este texto, recientemente le tocó ser la parte agredida en una batalla de mayor escala, cuando el pasado martes 27 de abril la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil negara la autorización para uso de emergencia de esta vacuna, aduciendo que parecía que sus vectores virales aún tenían capacidad de replicación.

Anvisa es una agencia sanitaria de referencia internacional y Brasil está apenas empezando a salir de una tremenda crisis sanitaria, así que la cascada de reacciones no se hizo esperar:

@sputnikvaccine avisó que se pondría una demanda por difamación y dio a conocer un comunicado diciendo que se habían usado estándares internacionales para tratar de detectar la replicación, no los rusos que son más laxos; gobernadores brasileños pidieron a Anvisa que solicitara más documentos para poder aprobar la vacuna, y se dio a conocer un documento de la Oficina de Asuntos Globales (OGA) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos donde, en el apartado Combate a influencias malignas en las Américas, dice:

OGA utilizó las relaciones diplomáticas en la región de las Américas para mitigar los esfuerzos de los estados, incluidos Cuba, Venezuela y Rusia, que están trabajando para aumentar su influencia en la región en detrimento de la seguridad de Estados Unidos”.

Agrega que OGA procura “disuadir a los países de la región de aceptar ayuda de estos estados malintencionados” y como ejemplos de su labor incluyen “el uso de la oficina del Agregado de Salud de la OGA para persuadir a Brasil de que rechace la vacuna rusa Covid-19”.

Cabe añadir que Sputnik V está hecha con dos vectores de adenovirus (Ad26 y Ad5), pero que no se han reportado avisos de problemas de coagulación posteriores a la vacunación, como sí los tienen la de AstraZeneca y la Universidad de Oxford y la de Johnson & Johnson, que también usan un vector de adenovirus. Esto podría explicarse porque Sputnik V no ha sido aprobada en países que tengan farmacovigilancia estricta ni por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La geopolítica de las vacunas

Apenas era mayo de 2020 cuando CanSino Biologics publicó el reporte de investigación revisado por pares con los resultados de las pruebas clínicas de fase 1 de su proyecto de vacuna contra Covid-19; fue la primera farmacéutica del mundo en hacerlo. Sin embargo, actualmente, en mayo de 2021, aún no se han publicado de esta manera los resultados de la fase 3 y la vacuna no cuenta aún con autorización de la OMS.

Esto no ha impedido que la vacuna de Cansino se haya aprobado en otros países, como México, donde se hicieron algunas de las pruebas de la fase 3. Aquí se está aplicando a maestros en diversos estados y el 1 de mayo llegaron dos embarques con más de un millón de dosis.

La efectividad de esta vacuna de una sola dosis es 65.7% contra la enfermedad sintomática y de 90.1% contra la enfermedad grave. Este dato lo dio conocer, el 9 de febrero de este año, el ministerio de salud de… Pakistán, porque la vacuna de CanSino pasó a ser un elemento más en los conflictos que desde hace más de 70 años existen entre Pakistán e India y de la batalla comercial de este último país con China.

Srikanth Kondapalli, profesor de estudios chinos en la Universidad Jawaharlal Nehru en Nueva Delhi, le dijo a la agencia SciDev.Net que si bien China es reconocida como una “fábrica para el mundo”, India tiene la reputación de ser “la farmacia del mundo”.

India “ya estaba produciendo el 60 por ciento de las vacunas del mundo incluso antes de que se desarrollara la pandemia de Covid-19”, dice Kondapalli. Así que para la empresa privada Serum Institute of India (SII) fue fácil llegar a un acuerdo temprano para fabricar y almacenar Covishield, como se llama ahí a la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford, además de tener como respaldo a Covaxin, desarrollada y fabricada por la empresa Bharat Biotech.

Esto permitió a India suministrar vacunas a países vecinos, como Sri Lanka, Nepal y Myanmar. “China tiene profundos intereses en estos países, pero no pudo suministrarles dosis suficientes”, dice Kondapalli.

›Bangladesh, que hasta 1971 era la parte este de Pakistán, ha sido el mayor beneficiario de los regalos de vacunas de India, igual que México, Canadá, Arabia Saudita, Omán, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Kenia, Sudáfrica y Ruanda y naciones del Caribe y Sudamérica como Brasil.

Por su parte, China no tenía oportunidad de hacer pruebas de fase 3 en su territorio porque prácticamente ya no hay circulación del SARS-CoV-2 por lo que las hizo en otros países. Pierre Morgon, vicepresidente de negocios internacionales de CanSino, dijo a la revista Fortune que los datos fueron pasados directamente a los organismos reguladores de los respectivos países y eventualmente serán publicados en una revista médica.

Así, China está proporcionando vacunas a Brunei, Nepal, Filipinas, Myanmar, Camboya, Laos, Sri Lanka, Mongolia, Palestina, Bielorrusia, Sierra Leona, Zimbabue, Guinea Ecuatorial, Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Indonesia, Turquía, Brasil y Chile, donde se han realizado “agresivos acuerdos de vacunas”.

Epílogo con remedio

Recientemente, dos investigadores de la Universidad de Kozminski en Varsovia, Polonia, identificaron redes coordinadas que, simulando una reacción pública, amplificaron en twitter y en inglés el tema de algunas decenas de casos de coagulación asociados a la vacuna de AstraZeneca, que había sido aplicada a millones de personas,

Entre los primeros lugares en retuits sobre AstraZeneca se posicionaron GreatGameIndia, “un sitio web indio, conocido por desinformar, Al Arabiya, patrocinado por Arabia Saudita” y RT, antes Russia Today, medio estatal conocido por “el apoyo a los objetivos diplomáticos rusos”, señalaron los investigadores.

Intentos de desprestigio como éste y muchos otros que se han dado en la pandemia tienen consecuencias graves. En diversos países europeos, por ejemplo, se suspendió temporalmente la vacunación con AstraZeneca, para “investigar el tema”, pero no se investigó qué tan riesgosa era la suspensión.

Según un artículo publicado en la revista Chaos, tres días de esta suspensión (sin reemplazarla con otra vacuna) provocaron alrededor de 260 muertes por Covid adicionales en Francia y 130 en Italia.

›La “nueva escuela de mentir” ha tomado fuerza con la pandemia, pero desde antes estaba haciendo muy difícil saber en quién confiar para obtener información fidedigna y desinteresada; se ha hecho muy natural, y en muchas ocasiones con razón, desconfiar de gobernantes, científicos, farmacéuticas y medios de comunicación, y creer en falsedades solo porque no lo dicen alguna de esas fuentes.

En la ciudad de México, 30% de los adultos mayores no se pusieron la vacuna Covid-19. Las razones no han sido investigadas, pero es altamente probable que el temor a las vacunas en general o a una marca en especial sea una de ellas.

Una investigación de la Escuela de Salud Pública Global de la Universidad de Nueva York y de la Organización de Salud Global Vital Strategies, publicada el 28 enero de este año, encontró los enfoques que han tenido éxito para abordar la desinformación sobre la Covid-19.

Los gobiernos pueden abordar mejor la información errónea de Covid mediante la difusión de información fáctica, la protección de la libertad de expresión, garantizando la protección a los denunciantes y apoyando a un ecosistema de medios independientes”, dice Jennifer Pomeranz, autora del estudio.

Ante eso, quizá no deba extrañarnos que algunos de los países en los que la pandemia ha sido más desastrosa estén en los últimos lugares en el Índice de Libertad de Prensa 2020, como Brasil (lugar 111), India (142) y México (143).

el dato. Las personas capaces de distinguir correctamente las noticias falsas de las verdaderas suelen tener puntuación alta en las pruebas de coeficiente emocional, según un estudio.